Introducción:

En este artículo vamos a hablar un poco sobre perversión, enfocado a un personaje en particular. El abordaje de este se realizará utilizando principalmente los constructos del psicoanálisis desarrollados por Sigmund Freud, y por Jacques Lacan, a través de la interpretación de analistas como Bruce Fink y Joel Dör.

El caso a desarrollar será el de un asesino serial de la segunda mitad del siglo XX, es un caso que dio pie a historias, y a una nueva forma de estudiar las enfermedades mentales pare el departamento de seguridad en los Estados Unidos e Inglaterra.

El sujeto elegido es Bundy, hombre carismático y peligroso, del cual explicaremos la etiología de su estructura como un perverso.

Ensayo:

“The biggest mistake in trying to figure out why these people are this way, is that we try to analyze them through our own standard of behavior. They don´t think the way you or I think. We’re not sure why-but the point is they don’t.”

“El mayor problema al tratar de entender porqué estas personas son así, es que tratamos de analizarlos según nuestro propio estándar de comportamiento. Ellos no se comportan como nosotros. No estamos seguros de porque, pero el punto es que no son como nosotros.”

-Jim Wright, F.B.I.

El fenómeno del asesino serial es algo que se comenzó a estudiar hasta el siglo XX, pero esto no significa que sea algo reciente.

Si se hace un estudio transversal podemos identificar a personajes históricos que encajan en el término de asesino serial (aunque hay varias opiniones, a mi me parece que a partir de dos asesinatos en momentos diferentes, se debe considerar como uno); por ejemplo Gilles de Rais, el  verdadero “Barba Azul”, se estima que sodomizó y asesinó a más de ochocientos niños y adolescentes en Francia en el siglo XV, juzgado por la iglesia y el mismo confesó sus crímenes, fue colgado y quemado en la hoguera, sus últimas palabras fueron “no hay pecado tan grande que Dios no pueda perdonar”. A pesar de todo sus restos están en un cementerio de una iglesia Carmelita en Nantes. Otro ejemplo es Elizabeth Bathory, ella era proveniente de una familia poderosa en el este de Europa (Hungría), y se casó con un militar de alto rango que le enseño a torturar y asesinar a los prisioneros de guerra, tácticas que ella después utilizó para torturar y asesinar con fines personales una vez que su marido había muerto. Ella desarrolló la creencia de que al bañarse en la sangre de doncellas jóvenes, ella misma iba a rejuvenecer, por lo que comenzó a torturar a sus asistentes para desangrarlas y poder cubrirse en su sangre, fue hasta que su enfermedad tocó a familias de alto rango, que fue enjuiciada, y debido a su alto rango social  solo fue encerrada en una torre de su castillo de Cséjthe, donde fue amurallada dejando solo una abertura para acercarle los alimentos, murió cuatro años después a la edad de cincuenta y cinco años.

En el siglo XIX en Francia se comenzaron a identificar crímenes de carácter sexual, por ejemplo Joseph Philippe asesinó a seis prostitutas, mientras en España, en la región de Victoria un sujeto llamado Gruyo asesino también a seis prostitutas en un periodo de diez años.

En una época más reciente podemos identificar a Jack el Destripador, también conocido como el asesino de Whitechapel, del que no se tiene mucha información personal, o más bien no se tiene ninguna, solo algunas hipótesis que buscan relacionarlo con la aristocracia inglesa. Sus ataques se dieron en el extremo este de Londres, donde su actividad duró de agosto a noviembre de 1888. Pero en su modo de actuar vemos algo que muchos asesinos en serie tienen en común, una evolución en su forma de realizar sus cometidos, mientras las primeras víctimas únicamente presentaba un corte en el cuello, (la actividad forense no identificaba aún el tema de la violación), su última víctima fue encontrada en su habitación, donde él tenía más control, esto habla de su evolución, y el cuerpo estaba en una posición caprichosa, el abdomen y muslos había sido removidos, los senos cortados y los brazos presentaban cortes por todos lados. Posterior a esto Jack no volvió a trabajar.

El F.B.I. tiene cientos de estadísticas mediante las cuales buscan explicar el comportamiento y etiología de este trastorno, y tienen un sistema taxonómico mediante el cual intentan definir el curso de acción de un asesino en serie a partir de la conducta presentada en uno o varios incidentes. Por ejemplo según el F.B.I. el sesenta y nueve por ciento de los asesinos seriales a los que se tiene acceso en las penitenciarías para poder entrevistar reportaron que alguien en su familia tenía un problema de abuso con el alcohol; el cincuenta por ciento tenían antecedentes criminales en la familia; el cuarenta y dos por ciento de los asesinos seriales con características sexuales en su actividad sufrieron abuso físico durante la infancia; el cuarenta y siete por ciento menciona que el padre dejó la casa antes de que ellos cumplieran los doce años, el setenta y uno por ciento relatan haber sido huraños o aislados de niños; el treinta y cinco por ciento atestiguaron actos de sexo violento entre los padres; el treinta y seis por ciento torturaron animales en su infancia; el ochenta y un por ciento comenzaron a robar de niños; el 43 por ciento creció con un solo padre; el ochenta y un por ciento relata haber visto pornografía desde muy pequeños; el setenta y siete por ciento dice haberse sentido diferente al resto desde la infancia; el setenta y un por ciento practicaba actividades voyeuristas antes de cometer sus asesinatos; solo uno por ciento tenían rasgos psicóticos; ochenta y dos por ciento relatan ensoñaciones diurnas durante el desarrollo; y otro ochenta y dos por ciento dice masturbarse compulsivamente; etc.

Y con todos estos datos el F.B.I. aún no sabe como identificar a esos sujetos antes de que comiencen su actividad; el problema es que buscan extrapolar sus resultados a toda la población, error que se puede esperar si utilizan métodos  y directrices como el DSM de sustento, pues podemos saber que el sesenta y nueve por ciento de los asesinos a los que se encuestó tenían antecedentes de abuso de alcohol en su familia, pero no mencionan que porcentaje de las familias que tienen a un  miembro con abuso de alcohol entre sus miembros arrojan a un asesino serial, entonces cuando vemos la estadística desde otro enfoque, si es que esta existe, estas pierden fuerza y utilidad.

Así mismo desarrollaron una taxonomía que busca explicarlos a partir de su forma de actividad, por ejemplo si son organizados, desorganizados o mixtos; o los orientados por una misión, por visiones, por finalidades hedonistas o solo por ejercer control sobre sus víctimas; pero de nuevo saben más o menos como se van a comportar los organizados, pues tiene algo como una firma y un estilo particular en su actuar, pero al ser organizados no dejan pistas y son difíciles de seguir. Los desorganizados y mixtos al no tener una firma en particular, es difícil inclusive identificarlos como seriales y es más difícil seguirlos y predecir sus pasos pues no van preparados a sus crímenes y se valen de lo que hay a la mano.

Como podemos ver la mayoría de estos sujetos tiene pasados difíciles, por utilizar un  eufemismo, pero hay algunos que se salen de la estadística, y hacen aún más difícil determinar una etiología desde el encuadre dominante, un ejemplo de ellos es Ted Bundy, el autonombrado PhD en asesinato.

 

 

Theodore Robert Cowell.

Ted Bundy nació el 24 de noviembre de 1946, en Burlington Vermont, era hijo de Louise Cowell, que en ese entonces tenía veintidós años, ella quedó embarazada en Philadelphia, y nunca se supo quien era su padre en realidad. Como la familia de Louise era muy religiosa y practicaban un metodismo estricto, ella se fue a Vermont acompañada de la esposa del ministro local para dar a luz a Ted a un centro de ayuda para madres solteras, después de dar a luz ella regresó a Philadelphia y dejó en la casa de ayuda a Ted por tres meses.

Una vez en su casa el padre de Louise hizo una adopción simulada para traer a Ted a su casa y tratarlo como si fuera el hermano menor de Louise. No hay mucha información de cómo él se dio cuenta de la farsa pues dio historias que se contraponían.

Cuatro años después, Louise se mudó al otro lado de Estados Unidos, a Tacoma, donde trabajo como empleada de una iglesia, y conoció y se casó con John Culpepper Bundy, de quien Ted tomó el apellido.

La infancia de Ted, de acuerdo a sus biógrafos es mundana y sin contratiempos, solo que a él le incomodaba y apenaba el nivel social al que pertenecían, Ted menciona que una de sus fantasías durante su infancia era ser adoptado por el actor Roy Rogers. Durante su infancia recuerda que extrañaba a su abuelo y que quería vivir con un tío que tenía un piano de cola, que a los 8 años le prohibieron brincar en la cama, y los historiadores dicen que se vio amenazado por el nacimiento de cuatro medios hermanos producto del matrimonio de su madre con John. Los hermanastros refieren que el siempre fue de mal carácter.

Todas las pistas, y evidencias que se recolectaron sobre la infancia de Ted indican que creció en un hogar amoroso y protector, que su padrastro siempre lo trató como a otro de sus hijos biológicos, y aunque este tenía un carácter difícil, no hay evidencia ni mención de abuso por parte de Ted o sus hermanos. Inclusive la madre de Ted, dice que como él era el primogénito, tenía ciertos privilegios.

Sus colegas de la escuela lo recuerdan como un chico feliz e inteligente, con buen humor y tenía una ruta de repartidor de periódico. Cuando pasó a secundaria, los testimonios dicen que se volvió retraído y mediocre en sus calificaciones, dejó de ser popular, y dicen sus amistades que perdió la confianza en sí mismo. El después relata que en ese punto percibía que sus amigos habían evolucionado a un estado posterior, pero que él no había cambiado, y que no pudo aprender los nuevos comportamientos de socialización que sus pares lograron en el desarrollo de la adolescencia.

Nadie entendió que pasó con él, solo que en secundaria el ya no encajaba, y se volvió una persona introvertida. El relata desde la prisión que solo tuvo una cita con una chica en la secundaria, y que el sexo estaba muy lejos de su alcance, y que no era muy versado en las relaciones hombre-mujer, le costaba trabajo entender si le atraía a una chica o no. Dice no haber comprendido cómo funcionaban las relaciones sociales, ni que subyacía en estas.

Su adolescencia se describe de forma normal, demasiado normal, un chico promedio, con problemas que parecen ser parte de la media, años después, la policía se percató de algo, Ann Marie Burr, de ocho años de edad, desapareció cuando Ted tenía catorce, ella vivía en el vecindario de Ted, sospechan que él fue el responsable.

Ya con Bundy en la cárcel, y tras exhaustivas entrevistas con familiares y amigos, se logra arrojar más luz sobre la infancia de Ted, al parecer el abuelo tenía una copiosa colección de pornografía, y algunas veces golpeaba a su esposa; así mismo al parecer Ted supo desde niño que Louise era su madre no su hermana, y hay un evento que había pasado desapercibido, su Tía relata que cuando ella tenía quince años y Ted tres más o menos, despertó una noche y Ted la observaba con una linterna, levantando el cobertor de la cama donde había depositado varios cuchillos de carnicero.

Después de la secundaria, Bundy ingresó en la universidad de Puget Sound en 1965, donde como gran parte de los estudiantes, se perdía en la multitud, el recuerda que el primer año fue un año solitario. Su madre recuerda que tenía buenas calificaciones, pero que era muy solitario, ese primer año él vivió en casa, y su madre dice que todos los días el regresaba de la universidad, estudiaba, dormía, y regresaba a la escuela.

En 1966, Ted conoció al amor de su vida, la literatura la llama Stephanie, que es un pseudónimo para proteger su identidad, ella era  más grande que él e iba dos años adelantada en la escuela, era de familia adinerada, era alta, hermosa y elegante, todo lo que Bundy soñaba.

Una vez que él escucho que ella iba a esquiar, la acompaño, y se mostró confiado y hábil en el manejo de los esquíes, él hizo un gran esfuerzo por conquistarla, inclusive una vecina, de la tercera edad, le prestaba su auto para que él pudiera impresionarla; después de unos meses, ya eran una pareja.

El siguiente año, Bundy se transfirió a la universidad donde ella estudiaba, y se inscribió en materias como Mandarín, él dijo que escogió las materias más difíciles y exóticas para distinguirse de los demás, ese fue su año más feliz.

Pero fue en ese año que la compulsión comenzó a manifestarse. Una tarde caminando a su casa, logro ver a través de una ventana sin cortinas como una mujer se desvestía, esto lo excitó tanto que buscaba cualquier oportunidad para espiar por ventanas en cualquier lugar, sin embargo esta adicción no se interponía en  su vida habitual, la cual mantenía en orden.

En 1967, Stephanie se graduó, y ese año ella se fue aburriendo de Bundy, a ella le parecía que él tenía hábitos infantiles, e inmaduros; y aunque el niegue la influencia de sus actividades voyeurísticas, estas lo hicieron menos atento con ella, años después, cuando sus asesinatos comenzaron, sus parejas refieren que se volvió flojo en la cama. Para zafarse de él, Stephanie le dijo que volvería a San Francisco, y él le dijo que le habían ofrecido una beca para estudiar Mandarín en esa ciudad, él la siguió a California.

Allí el comenzó a desmoronarse, no sabemos si fue su fracaso en  Stanford, o el rechazo manifiesto de Stephanie, ella tenía un trabajo que parecía ser prometedor, mientras él estaba fracasando en todas sus actividades en California, ella le dijo que no quería volver a verlo. Cuando regresó a Tacoma, estaba devastado.

En esta época él describe que empezó con una conducta que escalaría hasta sus crímenes más elaborados, comenzó a descomponer los automóviles de que había identificado, pertenecían a mujeres; a algunos les desinflaba las llantas, o les robaba la tapa del distribuidor, pero sus intentos nunca tenían éxito ya que el campus estaba lleno de jóvenes barones dispuestos a ayudar a una mujer. Y él explica que no sabe que quería en realidad con esta conducta, solo estaba jugando con el peligro.

Aquí hay un punto relevante, Bundy dejó de fantasear para comenzar a llevar a cabo pequeñas pruebas de conductas que se irían formando con los años.

En 1967, Bundy regresó para su tercer año en la universidad, abandonó los estudios de Mandarín, y comenzó a estudiar planificación urbana; no pudo concentrarse en sus estudios y en diciembre abandonó la universidad. Viajó por unos meses por el país, y en la primavera del 68 regresó a Seattle donde se alojó en un pequeño departamento y consiguió un trabajo como estibador de cajas en un supermercado.

Durante este tiempo se convirtió en un ladrón con practica; robaba ropa, muebles, electrodomésticos, televisiones, e inclusive grandes plantas; pero no lo hacía como un ladrón profesional para luego venderlos, sino que usaba todo lo que robaba. Robaba en almacenes y a veces en casas de verano que estaban desocupadas, también refiere que el consumo de alcohol se volvió parte importante de su vida durante estas actividades.

En este periodo el refiere que se volvió un consumidor asiduo de pornografía violenta, afirmaba que un gusto que fue evolucionando, desde muy joven que consumía productos soft estilo Playboy, hasta sus gustos en esa época, y también refirió que se volvió un lector ávido de la literatura del tipo detectivesco, le fascinaba la idea de una mujer vejada, mientras se educaba en procedimientos policiales.  Aquí sus conductas ya habían escalado de sabotaje, a robo, y alimentaba sus fantasías con estos contenidos, parecería la antesala de sus asesinatos.

Pero en 1968 puso su vida en orden, esto es lo que hace de Bundy un caso tan especial, en lugar de desmoronarse ante los diferentes detonantes como el rechazo de su novia, el fracaso en California, el fracaso en Seattle y estar en un trabajo que era un callejón sin salida; y esto es lo que lo diferencia de otros asesinos, él podría ser cualquiera de nosotros, trato de lidiar con sus problemas y decepciones y salir adelante.

Un día se encontró a un amigo que le comentó que trabajaba para un político y que varios de los conocidos de Bundy ya estaban trabajando también para él, y su amigo recordaba que Bundy tenía afición por el tema político en la secundaria y al poco tiempo se le ofreció un trabajo en el partido.

Para él significó convertirse en parte de algo.

Ese año el Sr. Fletcher, el político del que hablamos, lo escogió como su chofer/guardaespaldas, eso fue poco después del asesinato de Robert Kennedy, Bundy daba la impresión de ser capaz, trabajador e inteligente. Nadie sospechaba que la ropa que usaba era robada. Ese año Fletcher perdió las elecciones, y Ted quedó sin trabajo.

Pero al poco tiempo se convirtió en vendedor en el almacén donde robaba su ropa, ahí adquirió una buena reputación como vendedor sobre todo con el sexo femenino.

Mientras tanto él había permanecido en contacto con su ex novia en San Francisco con la que ocasionalmente se escribía. Ella lo visito en Seattle cuando ella se dirigía a visitar a sus familiares en Vancouver.

En 1969 se mudo a Philadelphia y ahí estudió artes escénicas y caracterización, donde obtuvo buenas calificaciones, y posteriormente usaría esas habilidades en sus crímenes, en el verano de ese año regreso a Seattle donde vivió en una casa de habitaciones para estudiantes que era administrada por una pareja, quienes rápidamente desarrollaron aprecio por nuestro joven psicópata y lo describían como un joven servicial.

Ese invierno él conoció en una taberna local a Liz Kendall, y se volvieron una pareja estable, ella y su hija era divorciada y tenía una hija, después de tres meses estaban comprometidos pero conforme las cosas se tornaban serias el confesó que le había mentido al conocerla, que sus estudios eran un fracaso y que no estaba escribiendo ningún libro como le había dicho el día que la conoció; ella lo perdonó y ofreció financiarle los estudios faltantes.

En 1970 consiguió trabajo como chofer de un tráiler, y comenzó a estudiar psicología en la Universidad de Washington, en 1971 comenzó su último año en psicología y tenía un trabajo como consejero en una clínica de crisis donde aconsejaba a gente para desistir de sus intentos de suicidio, lo describen como una persona preocupada por los demás y hábil en el manejo de las crisis. En 1972 de graduó de la escuela de psicología y se inscribió en la de leyes, ese mismo año comenzó un amorío con una colega del hospital donde trabajaba como consejero, y ella declaró cuando Bundy estaba ya en la cárcel, que mientras tenían relaciones, él había tratado de asfixiarla con el antebrazo.

Los siguientes años trabajó para políticos en campaña, comenzó una doble vida en la que se reencontró con Stephanie, y se comprometieron para casarse, Bundy seguía comprometido con Liz. Ese periodo se inscribió en una ciudad para estudiar leyes, abandono al poco tiempo para matricularse en otro estado, y posteriormente regresó a la primera escuela diciendo que había tenido un accidente por lo que no había podido regresar a clases.

Así pasaron varios años, y el cuatro de enero de 1974, una chica de dieciocho años se fue a dormir a su habitación en un sótano que rentaba cerca de la universidad, fue atacada mientras dormía, no recordaba nada del incidente, tenía una fractura en el cráneo y habían introducido instrumentos quirúrgicos en sus genitales. Bundy había tenido acceso a ellos y había robado muchos.

El 31 de enero del 74, Lynda Healy desapareció, solo se encontraron sus prendas de la noche anterior llenas de sangre, así como su ropa de cama en las mismas condiciones, estudiaba en la misma clase de psicología que Bundy.

Los crímenes continuaron hasta ser 17, de atacar a las victimas mientras dormían, avanzó hasta llevar a cabo una farsa en la que llevaba un cabestrillo y les pedía ayuda para llevar libros a su auto, al que le faltaba el asiento del copiloto, una sobreviviente refirió que ese detalle le pareció extraño y se alejó antes de llegar al vehículo. Las demás fueron golpeadas con objeto contundente en la nuca, violadas pre y post mortem, mutiladas y sus cuerpos enterrados en lugares distintos a los que usaba para enterrar las cabezas, algunas las conservaba por semanas; una la quemo en la chimenea de Liz.

Lo atraparon por merodear en un vecindario residencial, un policía que patrullaba no lo reconoció como vecino y lo detuvo, al preguntarle que hacía ahí el explicó que había ido a ver una película y que estaba perdido, el policía le pidió que le dijera que película había visto, el no dio información congruente y paso seguido estaban registrando su automóvil, donde encontraron una barra, picahielos, esposas, cuerda y demás herramientas. Lo llevaron preso por llevar consigo herramienta para robo a casa habitación, una vez en custodia, una testigo lo identificó como el sujeto que quiso secuestrarla, eso lo mantuvo en la cárcel el tiempo suficiente para que la policía atara algunos cabos y lo relacionara con los asesinatos que se estaban investigando.

Bundy fue ejecutado el enero de 1989.

Hasta aquí es la vida de Bundy, en el siguiente artículo veremos el análisis de caso.