Luego de una noche de juerga con su jefe, un hombre heterosexual de 24 años se levantó con lesiones anales terriblemente dolorosas. Aunque no recordaba los incidentes de la noche anterior, la deducción lógica es que había sido violado durante la noche. Una examinación médica reportó “roturas visiblemente recientes en el márgen anal”, y ninguna evidencia de drogas. La pregunta que quedaba sin resolver era: ¿quién había sido?

Lo perturbador es que el hombre tenía una fuerte sospecha y un único sospechoso.

El día anterior el hombre y su jefe habían pasado un día en la piscina y en el sauna, y como el jefe parecía demasiado ebrio como para conducir, el empleado le ofreció su sofá para pasar la noche, mientras él se retiró a su habitación. Cuando fue interrogado, el jefe admitió que había tenido relaciones con su empleado, pero que pensó que se trataba de algo consensual (¿no es una frase recurrente en los abusadores sexuales?)

Aparentemente, el jefe interpretó como una invitación la erección nocturna de su empleado, la cual notó por estar pasando por el cuarto de este, aunado a que “no se resistió” cuando lo montó. Los abogados del jefe trataron de desestimar el caso alegando sexomnio, y la corte cambió la sentencia inicial de dos años en prisión para el violador después de un acuerdo fuera de los tribunales.

Y es que la vida sexual, para algunos, no se limita a las horas de vigilia: el “comportamiento sexual durante el sueño” puede manifestarse como ese momento en que al despertar ya estás teniendo relaciones sexuales con alguien –relaciones consensuales que probablemente habrías tenido de cualquier modo, y cuyo inicio no recuerdas por completo sino hasta que despiertas (a eso llamamos buenos días.)

Al dormir, nuestro cuerpo segrega hormonas que impiden que nuestro cuerpo se mueva y reaccione a las imágenes del mundo onírico, protegiéndonos para no lastimarnos mientras dormimos. Sin embargo, hay personas que creen estar soñando sólo para despertar en una incómoda situación sexual, tal vez con un desconocido.

El hombre promedio (entre 13 y 79 años) acumula 90 minutos de erección durante una noche de sueño, en periodos de 25 minutos de duración con intervalos de 85 minutos entre cada erección (es decir, el pene pasa erecto 20% del tiempo que un hombre duerme). La hipótesis, en el caso del empleado y su jefe, fue que el jefe interpretó una de estas erecciones como una invitación, por lo que entró en la cama con él. Las mujeres también han mostrado lubricación vaginal durante la fase REM del sueño.

Fuente: (Avant Sex)