Aprende a lavar tu cabello sin agua ni jabón, en poco tiempo y con un producto hecho en casa, que retira la grasa del cuero cabelludo. Hazlo tú misma/o.

La grasa que se forma en el cuero cabelludo, también conocida como sebo, ejerce una función protectora sobre nuestra piel, puesto que previene su deshidratación y es capaz de protegernos frente a infecciones bacterianas.

Sin embargo, una producción excesiva de sebo puede dar al cabello un aspecto grasiento y sucio, convirtiéndose entonces en algo desagradable.

Actualmente existen varias propuestas en el mercado para mitigar este exceso de grasa sin tener que lavar el pelo a diario, y evitar así su deterioro. Se trata de “shampoos secos”, productos cosméticos que generalmente se aplican pulverizándolos sobre la raíz capilar y que funcionan absorbiendo el exceso de sebo.

Fabricar una alternativa casera a este tipo de productos es muy sencillo. Tan solo deberás seguir los siguientes pasos, y usar como ingrediente principal un par de puñados de arroz, dado que el polvo de este cereal es capaz de matizar la piel y quitar el exceso de grasa sin resecarla o irritarla. De hecho, es uno de los componentes principales de los shampoos secos comerciales:

cabello

1. Con la ayuda de una trituradora potente, reduce el arroz a harina. Es indispensable que el polvo resultante sea muy fino para evitar que queden trozos de arroz en el cabello. Para conseguirlo, puedes utilizar un tamizador o pasarlo por un colador. No obstante, si te resulta difícil obtener esta textura en casa, puedes usar harina de arroz comercial o incluso almidón de maíz (maicena).

2. Una vez conseguido el polvo, con la ayuda de una brocha de maquillaje o de un pequeño salero, aplícalo por todo el cuero cabelludo, en la raíz.

3. Déjalo actuar unos minutos y cepilla el pelo para retirar el exceso de harina. Incluso puedes pasar rápidamente una secadora para asegurarte de que no quedan restos.

4. Guarda el resto del producto en un envase cerrado para futuras aplicaciones.

Con esta sencilla receta natural evitarás lavar el cabello a diario y conseguirás ahorrar unos minutos al día y, por supuesto, algo de dinero.

Con información de El País