Presionar un ícono es todo lo que necesitarán los usuarios de cinco bancos en Reino Unido para pagar por una computadora, unos pantalones o para cancelar el consumo de electricidad de ese mes, sin necesidad de utilizar efectivo, tarjetas de crédito o débito.
Esta modalidad llamada Zapp, que se incluye en las aplicaciones informáticas (apps) que ofrecen las instituciones financieras para celulares y tabletas, es parte de la oferta de lo que se conoce como billetera digital.
El sistema de pagos, también conocido como monedero electrónico, permite saldar una deuda de bienes o servicios en comercios y a través de internet con tan solo un teléfono móvil, no se requiere ni dinero ni tarjetas.
Zapp, elaborado por la empresa Vocalink, será utilizado por los bancos Santander, HSBC, First Direct, Nationwide y Metro Bank. Pero el mecanismo de pagos descrito con anterioridad ofrece alternativas y servicios variados, que dependen de la empresa que ponga el servicio a disposición del cliente.
Algunas de las compañías que emplean el sistema son MasterCard, Amazon, Visa, Starbucks, Dunkin Donuts, Google y PayPal, por mencionar algunas.
El futuro
El uso de este mecanismo de pago no es nuevo, con anterioridad se han realizado proyectos piloto locales en distintas áreas comerciales y lanzamientos por parte de multinacionales, como es el caso de Google y su monedero electrónico Google Wallet.
Pero como explica Denée Carrington, analista de Forrester, una empresa de investigación de nuevas tecnologías en un informe, el incremento reciente en el consumo a través de dispositivos móviles e internet ha hecho que las billeteras electrónicas cobren importancia.
“Los pagos digitales son el siguiente paso: se han registrado niveles de inversión record en el área, ya que quienes ofrecen el servicio están metidos de lleno en el desarrollo de esta tecnología. Los pioneros en el uso del sistema están en diferentes puntos geográficos y pertenecen a varias ramas comerciales: minoristas, compañías de celulares, titanes tecnológicos, start-up e instituciones financieras”, indica Carrington.
Un elemento fundamental en el mundo de esta herramienta de pago es el tema del valor agregado que el producto ofrezca al consumidor. Tanto para el usuario como para el comerciante que considera usar la tecnología, tiene que haber una motivación.
“Esto tiene que ocurrir antes, durante y después de que los pagos se han producido. Es por eso que darle al comprador servicios adicionales que le permitan obtener información del producto en tiempo real, y descuentos en función del lugar geográfico en el que se encuentran o lograr que participen en los programas de lealtad a la marca, es clave”, dice Thomas Husson, experto en comercio en móviles de Forrester.
Diversidad
Las billeteras digitales funcionan con una tecnología llamada Near Field Communication (NFC, por sus siglas en inglés), cuyo principio es la comunicación y transmisión de información que se realiza entre dos dispositivos que tienen chips NFC, uno de ellos es el celular.
El mecanismo también requiere de la participación de un banco, una compañía de telecomunicaciones o empresas como Visa, MasterCard o Google.
Analistas especializados en el tema consideran que casos como el de Zapp le dan al servicio una ventaja entre los consumidores.
“En un estudio de mercado que realizamos en 15 países, la mayoría de los 15.000 encuestados aseguraron que confiaban en bancos y empresas financieras para la realización de ‘pagos móviles’. Así que para proveedores de servicios de pago, es muy buena idea asociarse con este tipo de organizaciones”, dice Eden Zoller, de la empresa de análisis de telecomunicaciones Ovum.
Se puede utilizar en distintas áreas. Puede servir para pagar por entradas que permitirían hacer un viaje de tren, por alimentos comprados en locales de comida o, como ocurre en Corea del Sur, para adquirir productos en tiendas que muestran la mercancía únicamente a través en fotos, cuya compra se solicita –incluyendo el envío a la dirección deseada- al colocar el celular equipado con NFC sobre la imagen.
Para algunos, sin embargo, los usos de esta tecnología podrían ser más diversos y sustituir las llaves electrónicas de los hoteles, pasajes de avión y la tarjeta de identificación de los empleados de cualquier empresa.