Nadie habla acerca de una historia positiva de las drogas, los medios sólo comentan historias parecidas a esto: “Joven en LSD creyó que podía volar y saltó del techo de un edificio, es una tragedia” ¡¿Una tragedia?! ¡Es un idiota!, si crees que puedes volar, por qué no lo intentaste desde el suelo o ¿alguna vez has visto a una parvada de gansos subir en línea a un elevador para volar al sur? Obviamente no, ellos vuelan desde el suelo.

De hecho casi me da gusto que el mundo esté un poco más ligero, tenemos un incompetente menos que cargar. No quisiera sonar cruel, frío o vicioso, pero sí lo soy, así que de esa forma resultan mis expresiones.

Me gustaría alguna vez escuchar en las noticias: “Un joven en un viaje ácido logró percatarse de que toda la materia es únicamente energía condensada en una baja vibración, que somos todos una conciencia colectiva experimentándose a si misma de forma subjetiva, no existe tal cosa como la muerte, la vida sólo es un sueño y somos la imaginación de nosotros mismos

El punto después de todo esto es que la vida es como un paseo en un parque de diversiones y cuando decides tomarlo crees que todo es real por que así de poderosa es nuestra mente. El paseo tiene altas y bajas, da vueltas, te da escalofríos y altas emociones, está lleno de colores y sonidos y es divertido… Al menos por un tiempo.

Hay gente que ha estado en este paseo por mucho tiempo por lo que se preguntan ¿es esto real o es sólo un paseo? y otras personas nos lo recuerdan para decirnos que no hay razón para preocuparse y nunca deberíamos tener miedo por que esto es sólo un paseo. ¿Y qué hace la sociedad con esas personas? Las calla, no quieren que esto se escuche.

Hay gente que después de mucho andar por este paseo lo creen real y dicen: “Tenemos mucho dinero invertido en este paseo”, “Mira mi cara de angustia”, “Mira mi gran cuenta en el banco”, “Mira lo bien que está mi familia”, “Esto tiene que ser real”. Pero sólo es un paseo.

Ha habido muchas personas que quisieron recordarnos que la vida es sólo una etapa transitoria y los han matado, pero no importa por que al final es sólo un paseo y nosotros podemos cambiarlo en cualquier momento que lo decidamos.

Es cuestión de decidirlo, sin esfuerzos ni grandes trabajos, sin grandes cuentas de banco ni ahorros inmensos, es sólo una elección ahora mismo entre el miedo y el amor. Los ojos del miedo quieren que compremos grandes cerraduras para nuestras casas, que nos encerremos en nosotros mismos, en cambio los ojos del amor nos ven a todos nosotros como una unidad.

Hay algo que podemos hacer ya mismo para cambiar al mundo y tener un mejor paseo, tomemos todo el dinero que se invierte cada año en armas y defensa de las naciones, mejor invirtamos en educar, alimentar y vestir a los pobres del mundo y lograr que ningún ser humano se sienta excluido y es así que lograremos explorar el espacio infinito de formas inimaginables, todos juntos por siempre en paz.

Texto extraído de un discurso que ofreció  Bill Hicks en 1989