Tu aspecto exterior es tan sólo un reflejo de lo que consumes, por ello “somos lo que comemos” y de ello depende mucho cómo nos veamos y cuál sea la apariencia de la piel.

Existen algunos alimentos que pueden dañar este órgano con un consumo excesivo, ¿quieres saber cuáles son?

Alimentos envasados y procesados: Este tipo de productos enlatados o envasados al vacío, durante su elaboración han perdido todos sus nutrientes y enzimas beneficiosas para la piel, además de poseer un bajo contenido en agua que dificulta la hidratación.

Alimentos no orgánicos: Las frutas y verduras que adquirimos por ejemplo fuera de temporada, han sido cultivadas con hormonas, pesticidas, herbicidas y fungicidas; sustancias tóxicas que son perjudiciales para el organismo, además de contener 3 veces menos nutrientes que los productos ecológicos.
Carne roja: Está claro que este tipo de carne es uno de los alimentos más ricos en proteínas, pero sin embargo un consumo excesivo conlleva ingerir las hormonas con las que alimentan a los animales en las granjas, que puede producir inflamación en la piel o incluso acné.
Productos lácteos: Al igual que ocurre con la carne, una gran cantidad de las vacas que producen la leche que compramos están alimentadas con hormonas para que produzcan más cantidad de leche a lo largo del año, que por supuesto también se encuentran en yogures, quesos, etc.
Alimentos fritos y grasas saturadas: Cuando el aceite se expone a altas temperaturas, se produce una oxidación de las grasas que dificultan la circulación de la sangre, además de que la piel lo que necesita es oxígeno, por lo que pierde elastina y colágeno con este tipo de productos.
Endulcorantes, colorantes y saborizantes: Estos alimentos son totalmente artificiales, y también pueden provocar reacciones inflamatorias con un consumo en exceso, sin olvidar que el organismo va almacenando estos productos químicos en los tejidos.
Suplementos alimenticios: Mucha gente toma este tipo de productos para complementar su alimentación, sin embargo los de mala calidad pueden contener alérgenos, además de que un consumo elevado de Vitamina A o Zinc puede conllevar a la deshidratación de la piel.
Exceso de azúcares: Este alimento puede debilitar el sistema inmunológico natural del cuerpo, que no puede defenderse por sí solo de las bacterias e infecciones de la piel, además de promover el estreñimiento.
Cafeína: Está demostrado que un consumo de 2-3 tazas de café al día aumentan el nivel de cortisol del organismo, la hormona del estrés, además de acelerar el proceso de envejecimiento y tener propiedades diuréticas que favorecen la deshidratación.
Cereales con gluten: Casi un 40% de las personas son celíacas, es decir, intolerantes al gluten en el mundo, y es que esta sustancia de la que se puede desarrollar alergia a lo largo de los años, también contribuye a problemas inflamatorios de la piel.