El elevado índice de reingreso de bebés prematuros a las Unidades de Cuidados Intensivos, debido a alteración neurológica producto de un deficiente manejo de cuidados en el hogar e incluso en algunas instituciones, hace necesario fomentar la cultura de atención para este sector de la población, con el fin de propiciar su óptimo desarrollo.

Carmen Sánchez Pérez, especialista en Medicina de Rehabilitación y fundadora del Laboratorio de Seguimiento del Neurodesarrollo del Instituto Nacional de Pediatría (INP)-UAM-Xochimilco es coautora del libro Guía para padres de niños prematuros. Cuidado de mi bebé en casa, junto con Miriam Figueroa Olea, Rosa María Nájera, María de Jesús Caballero Galván y Sofía Méndez Martínez.

Señaló que se carece de datos estadísticos que sustenten la problemática del elevado reingreso hospitalario y del número de decesos.

Expuso que la guía está dirigida a los padres de familia, a fin de que bajo la vigilancia del pediatra y con el apoyo del personal de enfermería se disponga de la información básica necesaria para el buen desarrollo de los niños, a través de actividades de rutina y consejos relacionados con eventos médicos.

Sobre la obra, Arévalo Mendoza, encargada de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa y egresada del posgrado de la Maestría en Rehabilitación Neurológica de la Unidad Xochimilco, explicó que el recién nacido prematuro es considerado como todo niño que nace antes de las 37 semanas de gestación.

A nivel mundial se reporta una frecuencia de entre 5 y 11 por ciento de los nacimientos, aunque en naciones menos desarrolladas puede llegar a 40 por ciento.

En el caso de México la frecuencia es de 5 a 18 por ciento, debiéndose considerar también mayores porcentajes en las zonas más desprotegidas; algunos estudios reportan un incremento en la frecuencia de los nacimientos prematuros en los últimos años.

De estos niños aproximadamente entre 40 y 60 por ciento son hospitalizados en las unidades de Cuidados Intensivos Neonatales y el porcentaje restante ‘que en su mayoría son prematuros limítrofes o tardíos que casi llegan a la edad de término, pero comparten características de inmadurez’ son egresados con la madre una vez que ésta es dada de alta.

La labilidad los hace susceptibles a presentar problemas de salud debido a su inmadurez, de ahí la importancia de fomentar la asistencia preventiva por medio de la asesoría y acompañamiento de los padres, una vez que éstos son integrados al cuidado de la familia.

Al destacar que el texto parte de la experiencia de la Maestría en Rehabilitación Neurológica y el Laboratorio de Neurodesarrollo del INP, señaló que a través del seguimiento de estos niños en el Programa de Cuidados Integrales se ha visualizado la necesidad de su cuidado, no sólo en el ámbito de la atención cotidiana de alimentación, vestido y aseo, sino también de la prevención de enfermedades y la promoción del desarrollo.

Se ha detectado que la orientación que se brinda a los padres en este sentido impacta en la seguridad de la madre, en el manejo del niño y modifica de manera positiva la interacción entre ambos en favor del desarrollo del pequeño.