México, 21 Ene. (Notimex).- El actual sistema para desechar la basura de plástico en la capital impide la biodegradación de oxodegradables con que se fabrican parte de las bolsas de supermercado, por lo que es necesario modificarlo para que no terminen en rellenos sanitarios, afirmó la académica de la UAM Azcapotzalco, Alethia Vázquez.

De acuerdo con un estudio realizado en el Laboratorio de Tecnologías Sustentables de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dichos plásticos sólo se biodegradan en composta después de un proceso de oxidación.

En un comunicado, la UAM expuso que ese proceso de descomposición no puede llevarse a cabo en rellenos sanitarios, tiraderos o en el ambiente, ya que el beneficio ambiental que puedan generar depende de la existencia de sistemas adecuados de gestión de residuos.

“Los plásticos oxodegradables son la tecnología más usada a raíz de la aplicación de las reformas a la Ley de Residuos Sólidos en el Distrito Federal, que recomiendan a los comercios usar bolsas de plástico biodegradables”, señaló.

Sin embargo, esos materiales necesitan para su degradación un proceso de oxidación que puede producirse gracias a la radiación solar, seguido de las condiciones de humedad, temperatura y presencia de microrganismos que por lo general se encuentran en procesos de composteo, pero si no hay esas condiciones no podrán ser metabolizados.

Recordó que según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en México se producen casi un millón y medio de toneladas de residuos plásticos al año, mientras que en el Distrito Federal se generan unas 10 mil toneladas de desechos diarios, de los cuales casi 12 por ciento son plásticos.

Señaló que además de la concientización de la sociedad sobre el uso racional de los productos plásticos, es necesario exhortar a la iniciativa privada a fabricar más productos reciclables y a generar programas de información que faciliten al consumidor dar un mejor destino a los empaques.

A la vez, agregó, debe trabajarse en el diseño de normas de certificación para plásticos biodegradables e impulsar esquemas de uso eficiente de los desechos plásticos, que incluyan el reciclaje y la valorización energética.