Íbamos de camino a COMUCO (corredor de música contenida), cuando en el coche decidieron poner una canción que yo nunca había escuchado. Se llama Everybody´s free (to wear sunscreen) (todos son libres (para usar bloqueador solar)). Es un ensayo que escribió Mary Schmich pero que el director de cine Baz Luhrman uso para hacer una canción. Es muy inspirador y tiene muy buenos consejos; pero dice que el único consejo que puede dar que le sirva a todo el mundo es el mismo nombre de la canción y el título de este post.
Llegamos al festival muy temprano porque mi novia y una amiga iban a presentarse ahí (un dueto de chicas que tocan ukulele y cantan bonito), entonces tuve la oportunidad de ver cómo se desarrolló el festival de principio hasta el final (aunque me fui dos bandas antes de que acabara).
Se llevó a cabo en Container City en Cholula, Puebla. Un lugar muy interesante con un concepto muy innovador. Es como un pequeño centro comercial al aire libre y las tiendas y restaurantes son contenedores de los que se usan para transportar productos en barco. Tienen desde restaurantes de hamburguesas hasta una tienda de mascotas. Pero este fin de semana fue diferente. Este lugar se convirtió en un corredor de música.
Habían dos escenarios. Uno justo en medio de Container City y otro en el que parece ser utilizado normalmente como estacionamiento del lugar. En el primero te podías sentar a comer y a tomar unas cervezas (¡dos por 30 pesos!) mientras escuchabas a los músicos y te resguardabas un poco del sol. El segundo era mucho más grande. Podías también comprar bebidas alcohólicas pero sólo había una pequeña carpa para esconderte de los fuertes rayos del antes mencionado.
No planeo hacer este post muy largo explicando todo lo que sucedió en COMUCO. Pero me tomaré el siguiente párrafo para tratar de mencionar lo más posible.
Todo fluyó. Al principio la gente estaba en el primer escenario comiendo, tomando cerveza y escuchando a los artistas de ese escenario. No mucha gente se encontraba en el escenario más grande, lo cual tenía un poco preocupadas a la organizadoras. Desde muy temprano hubo una pareja de yoguis que se pasaron todo el día haciendo acroyoga (hacer yoga arriba o con ayuda de otra persona que está haciendo yoga al mismo tiempo… muy impresionante) y promoviendo su organización. Pero después de unas cinco o seis bandas la gente se empezó a mover al segundo escenario (lo que tranquilizó mucho a Claudia, una de las organizadoras). Eventualmente todo el mundo estaba por todas partes, ya fuera comiendo, tomando, simplemente platicando o escuchando a las excelentes bandas (la mayoría de jazz) y, sobre todo, pasándola muy bien.
Ya estaba a punto de oscurecer y yo quería un helado. Dentro del festival no vendían, así que le pedí a Aline que me acompañara a caminar por Cholula para conseguir uno. En lo que salíamos vi a un músico que había tocado en la mañana bajo el sol, a ese mismo chavo lo había visto sentado en el segundo escenario (donde no había sombra) y ahora que lo veía no notaba ninguna diferencia entre el tono de su playera roja y su rostro. Debo admitir que me dio un poco de risa su situación (aunque yo haya estado en esa situación muchas veces). Seguimos caminando y vi a una joven que llevaba ahí todo el día también, llevaba puesta una playera sin mangas y los hombros más rojos que he visto en mucho tiempo.
Estaba muy contento, había visto a muchas bandas muy buenas tocar, comido una hamburguesa muy sabrosa, tomado unas cervezas y platicado con muchos amigos. Disfruté mucho del festival y sería excelente que se repitiera el próximo año, que llegue mucha más gente y, eso sí, que se le advierta a todos que lleven bloqueador solar.
Fotografías por Rocko San