La reforma energética debe tener como uno de sus principales objetivos el uso eficiente de los recursos del país, así como permitir la participación de la iniciativa privada en esta industria, estimó el académico César Maldonado.
El profesor de planta del Departamento de Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, destacó la riqueza de recursos energéticos con que cuenta el país, la cual no ha sido aprovechada de forma adecuada.
A pesar de ello, dijo en entrevista con Notimex, existen signos muy buenos de cambio del paradigma energético, ya que se han comenzado a impulsar fondos de investigación para fuentes de energía eólica y solar, por ejemplo.
No obstante, reconoció que se seguirá dependiendo por mucho tiempo de los recursos fósiles, de manera que el reto es fijar su mejor aprovechamiento.
Destacó al respecto la importancia del gas natural, el cual desde su punto de vista será el puente que ayudará a esta transición energética hacia fuentes más limpias y eficientes, aunque su explotación a partir de yacimientos de tipo shale no será todavía de forma inmediata.
Es aquí donde hay que actuar de forma inteligente para explotar este recurso, pues del lado estadounidense se presume que puedan generar energía para los próximos 100 años, por lo que “nos guste o no se va a requerir de la participación de la iniciativa privada para su extracción”, argumentó el catedrático.
El gobierno de México, continuó, tiene que hacer un esfuerzo al respecto en cuanto a establecer alianzas para que el desarrollo de la tecnología de lutitas se presente de manera más rápida.
Aclaró que al hablar del ingreso de la iniciativa privada en el sector energético es necesario definir “qué clase de participación se requiere”, a fin de asegurar el crecimiento de la industria.
César Maldonado opinó que la entrada de la iniciativa privada al sector energético será “algo muy difícil de detener” pero, insistió, es necesario tomar en cuenta las formas y condiciones en que se daría esta participación.
Consideró que lo anterior será posible siempre y cuanto no quede en duda la rectoría del Estado sobre los recursos energéticos.
Reconoció que si bien las pequeñas industrias no tienen la capacidad para realizar grandes inversiones, “si se sabe trabajar con ellas pueden conformarse en un elemento importante para el crecimiento de la industria energética del país”.
Esto sería posible si las grandes empresas se convierten en clientes de estas pequeñas empresas, las cuales pueden ofrecer servicios específicos que ayudarían en los procesos de generación, lo que se puede traducir en una importante derrama económica y de creación de empleos.
Al respecto, expuso, se requiere que los empleos que se generen a partir del nuevo paradigma del sector energético sean de alta calidad, con ingenieros calificados.
Para hacer crecer a la industria energética es necesario que quienes trabajen en ella no sean simples empleados operarios, sino personal que aporte valor agregado a la producción, argumentó.
En cuanto a las energías limpias, consideró que México se ha convertido en una importante fuente de oportunidades para empresas como las eólicas, pero se le ha dado mayor apoyo a firmas extranjeras en lugar de aprovechar a las nacionales que cuentan con la capacidad para dar respuesta a estos retos.
“Desde luego, dijo Maldonado, no se trata de expulsarlas, ya que están haciendo lo suyo, pero lo que se debe buscar es impulsar a la tecnología mexicana” para ayudar a la consolidación de una industria nacional.
A fin de cuentas, añadió, el objetivo es que la reforma energética se enfoque al uso eficiente de los recursos con que cuenta el país para garantizar el crecimiento económico de la nación, respetando la propiedad de estos mismos y garantizando su aprovechamiento en el tiempo para las generaciones futuras.
México, 7 Ago. (Notimex).