Las actividades de los Mayas hace 2,000 año contribuyeron a la declinación de su medio ambiente. Según nuevas investigaciones, existen evidencias de su influencia en condiciones ambientales hasta la fecha.

Al observar el impacto de los Mayas sobre el clima, la vegetación, hidrología y la litósfera desde hace 3,000 hasta 1,000 años, los investigadores proponen que su infraestructura avanzada rural y urbana alteraron ecosistemas dentro de selvas tropicales importantes globalmente.

Los investigadores identificaron seis marcadores estratigráficos que indican un tiempo de cambio de gran escala, incluyendo las piedras de barro de los mayas, secuencias únicas de la tierra, índice de isótopos de carbón, enriquecimiento químico extendido, restos de edificios y modificaciones al paisaje. Todas estas son señales de cambios climáticos causados por los Mayas.

Estos marcadores nos dan una idea de cómo y por qué los Mayas interactuaron con su medio ambiente, al igual que la escala de su actividad.

Las secuencias de barro y tierra de los Mayas indica erosión, cambios en el uso de tierra por la gente y periodos de inestabilidad. Los perfiles de la tierra cerca de los panteones o las zonas húmedas revelaron índices elevados de isótopos de carbón debido a la agricultura y la producción de maíz. Los investigadores también observaron un incremento del triple al cuádruple de fósforo a lo largo de los sedimentos de las épocas mayas.

Sin embargo, la indicación más visible del impacto humano se encontró en los restos de los materiales de construcción y las modificaciones al paisaje. Los investigadores creen que estas pistas revelan cómo los Mayas usaron el agua para adaptarse a los cambios climáticos.

Estudiando los sistemas de tierras húmedas se sorprendieron los científicos al encontrar una combinación de contribuciones naturales y humanos. Cambios geoquímicos indican que algunas de estas zonas húmedas eran naturales mientras que otros fueron paisajes construidos utilizados para cultivar cosechas lejos de las grandes poblaciones.

Podemos aprender mucho de cómo los Mayas alteraron su medio ambiente para crear enormes sistemas de campos para cultivar más cosechas y responder a niveles cada vez mayores del mar.

Mientras que algunos estudios indican que la deforestación y otros usos de tierra contribuyeron al calentamiento y secamiento del clima regional en el periodo clásico, muchos bosques existentes aún son influenciados por actividades mayas, con muchas estructuras, terrazas y tierras húmedas que aún existen hoy.

Este trabajo habla de la profunda historia y complejidad de las interacciones humanas con la naturaleza y en una parte del mundo donde aún tenemos poco conocimiento sobre el medio ambiente.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.