Cuando Sebastian Vettel sube a su RB9, se convierte en un monstruo. De esta forma y con una ventaja abrumadora, venció a Fernando Alonso y Kimi Raikkonen en el Gran Premio de Singapur, confirmando su poderío.

Con esto, “el chico maravilla” se colgó su tercera victoria consecutiva; la tercera en Marina Bay y su séptima de la temporada, con lo cual está a unos pasos de ganar su cuarto campeonato mundial. Su victoria fue incuestionable, al igual que su ventaja que ya es de 60 puntos.

A pesar de que Fernando tuvo una de las mejores arrancadas del día, siempre se mantuvo en una zona sucia, no podía hacer mucho, luchaba con Hamilton, Webber, Di Resta y Massa por la tercera plaza, ninguno quería dar un segundo de ventaja entre ellos, sabían que ahí podía estar la catapulta hacia el podio.

Sebastian estaba convertido en un monstruo, se devoró la pista en cuanto pudo. Salió desde la primera plaza y de ahí en adelante no perdió la posición. Cuando podía le sacaba una ventaja abrumadora a sus seguidores, distancias de 4 segundos eran lo menos que el alemán dejaba, 1:50:182 era su récord en la pista.

Cuando Daniel Ricciardo tuvo un percance en la curva 18, entró el safety car en la vuela 25 y parecía que Sebastian Vettel, quien iba cómodo, podía ser el más perjudicado pero ni se inmutó, él siguió detrás del auto de seguridad y se enfiló hacia la victoria. Después de seis giros con bandera amarilla, la carrera volvió a comenzar y él dejó simplemente su rastro en la pista.

Como lo anticiparon en la semana, los pilotos aztecas iban por todo en Singapur. En alguno momento Checo Pérez y Esteban Gutiérrez se metieron en la zona de puntos pero al final no les alcanzó el carro para poder quedar en una mejor posición: el tapatío llegó octavo y el regio décimo segundo.

Cuando se corría la vuelta 48, el regio también nos hacía soñar. Guti estaba en el lugar ocho, seguido del Hamilton y Rosberg pero el sueño no duró mucho, ambos lo pasaron con facilidad. Dos vueltas después, Di Resta y Massa volvieron a hacer de las suyas, el regio quedaba en la décima segunda plaza.

En las últimas seis vueltas vimos una batalla sin cuartel entre Mercedes, que querían terminar en una mejor posición del séptimo y octavo puesto y McLaren que tenía a Checo en la sexta y a Jenson en la quinta plaza en Marina Bay; al final ganarían Rosberg y Hamilton.

Sin embargo y tras la salida en la última vuelta de Mark Webber por problemas mecánicos, Checo terminaría por sumar cuatro puntos más, puntos que realmente no lo dejaron contento.

Así terminó la noche de Singapur: Vettel es aplastante, Alonso lucha por no quedar muy detrás, los Mercedes quieren pero no pueden y los mexicanos simplemente hacen lo que sus autos y equipos les permiten. La próxima parada será en Corea, donde Seb es el  rey absoluto.