No podemos negar que los escotes suelen ser muy sexis, pero todo el glamour puede desaparecer en un instante cuando el sol hace acto de presencia y comienzas a tener marcas de sudor por todo tu pecho. Si esta situación te sonó familiar sigue leyendo las 10 cosas sólo entienden las chicas con “bubis” grandes:
1. Usar ropa durante una ola de calor. Por obvias razones no se pueden dar el lujo de andar sin brassiere por la vida, así que por esto los vestidos vaporosos, tops con tirantes delegados y strapless están vetados de la lista de ropa permitida.
2. Sufrir por la parte superior del bikini. Si te enamoraste de un conjunto es muy posible que sufras eligiendo el top, ya que mientras el calzón puede ser de un tamaño convencional la parte superior necesita ser unas cuantas tallas más grande.
3. Los vestidos de las damas de honor. ¿Por qué eligen siempre un vestido sin tirantes o corte imperio? Estos son los principales amigos del exhibicionismo sin intención.
4.Correr con tanto calor. Cuando el sujetador no funciona para que tus “amigas” dejen de brincar por lo regular se recurres a una sudadera, pero con las altas temperaturas es posible que al usarla mueras de deshidratación.
5.Los “piropos” en niveles sorprendentes. Si bien un busto más grande puede parecer una bendición no es nada agradable que los hombres se la pasen acechándote; y es que no siempre se puede andar por chamarra en la calle.
6. La manchas del sudor. En días de calor extremo no necesitarás participar en un concurso de camisetas mojadas para que el sudor de tus bubis se marque en tu ropa.
7. La comida queda justo ahí. Seguramente no te sorprende encontrar alguna palomita extraviada en tus bubis si fuiste al cine.
8. Acostarse boca abajo. Si es en tu cama quizá ya tengas tus métodos, pero en la playa es posible que debas cavar dos agujeros en la arena para estar cómoda.
9. Abrazos incómodos. Además de que tus bubis son la parte de tu cuerpo que llega primero a la persona que vas a abrazar, dependiendo de su estatura es probable que su cabeza quede justo entre tu pecho.
10. La clásica pregunta. ¿Son reales?