Los gustos y las tendencias en Japón en realidad son bien extraños, pero tan extraños que hasta me reuso a aceptar la idea de algunos de que probablemente nuestras modas son extrañas para ellos. Esto es raro y punto.
1. Adoración por las nalgas:
No entiendo exactamente qué pasa en esta imagen, pero si tuviera que adivinar, yo diría que es un museo de los traseros de gente famosa. (¿?)
2. Lujuria de ranas:
Se dice que lamer a las ranas puede tener un efecto afrodisiaco. Parece que la chica de la foto planea llevar las cosas a otro nivel
3. Pandas paseando a sus perros:
Muchos sabemos que en Japón a todos les encanta disfrazarse como animales, así que tiene sentido que este panda pasearía a su perro. Sólo podemos imaginar qué pensarán los animales de verdad cuando ven esto.
4. ¿Manos en el pelo o pelo en las manos?:
¿Cuánto tardará alguien en terminar este estilo de pelo y cuánto fijador se necesitará?
5. Lame gatos:
Normalmente los gatos no necesitan ayuda para lamerse, pero quién sabe qué tan común sea este conocimiento en Japón. El gato parece estar más sorprendido que cualquiera que se topara con esta imagen.
6. Fijación por los tentaculos:
Si hay una burla que se ha vuelto tendencia, es la de la fijación que tienen los japoneses por los tentáculos. Me ahorro más comentarios.
7. Wookies:
Parece que Japón también le tiene mucho amor a los wookies, pero quién sabe si también el resto de la franquicia de Star Wars. Lo que si sabemos, es que les encanta vestirse de wookies también.
8. Almohadas de piernas (no para las piernas):
Con la gran diferencia entre hombres y mujeres en Japón, hay bastantes menos mujeres que hombres. Así que conseguir novia es más difícil que en otros lados, entonces no es mi lugar en realidad para juzgar a estos hombres que quieren sentir el afecto de una mujer de cualquier manera.
9. Cara de trasero:
Todos nos hemos tomado fotos en esas figuras con un hoyo para parecer otra cosa, pero normalmente el hueco donde va tu cara es el espacio donde debería ir otra cara….
10. Se caen los calzones:
No sabemos qué significará este ritual de las colegialas, pero sólo para estar seguros, no asuman nada.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.