1. A la gente le encanta pedirte direcciones

Sólo porque estas sonriendo no significa que sabes cómo llegar a la carretera 57. Yo no se nada.

2. La gente siempre quiere compartir sus problemas contigo.

Si te encuentras bebiendo en un bar y el cantinero empieza a contarte todos sus problemas, quizá tengas una cara demasiado amable.

3. Te coquetea mucho la gente

Si no tienes una cara perpetuamente amargada, lo más seguro es que muchos hombres se te acerquen. De hecho, no importa qué cara pongas, los hombres siempre te van a tirar la onda, así que probablemente este punto no cuente.

4. Nadie te pide que sonrías

Lo cual es bueno, porque probablemente te veas obligada a matarlos.

5. La gente asume que eres tonta

Si sonríes en público sin razón aparente, la gente cree que eres alguna clase de idiota que todos quieren que aún no entiende lo difícil que es la vida. Ellos sólo no saben que así es tu cara.

6. La gente cree que puede caminar sobre ti

Pero no es cierto. Tu cara será agradable, pero cuando te enojas con alguien, esa persona se siente como si hubiera despertado a un oso.

7. Con frecuencia te describen como dulce

No hay peor manera de describir a alguien. Básicamente es como si estuvieran diciendo que no saben nada de ti fuera de que eres agradable.

8. La gente asume que eres agradable

Pero no saben que en el fondo podrías ser una asesina de sangre fría.

9. La gente siempre asume que todo esta bien contigo

La gente cree que la única emoción que conoces es la felicidad. La gente con caras eternamente alegres sufren, se sienten tristes, enojadas, sienten miedo, se emocionan y un millón de otras cosas.

10. No puedes sentarte frente a tu casa mirando al vacío sin conseguir nuevos amigos

Esto no necesariamente es algo malo, pero hay momentos donde simplemente quieres estar sola. Quizá la gente con caras felices perpetuas deberían de traer un letrero que diga cuándo no quieren hablar con extraños. Algo que diga “sólo me veo agradable, en realidad soy una escoria,” por ejemplo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.