Un día más para tu año puede suponer muchas oportunidades, pero también algunos retos y riesgos que son lo que seamos sinceros, le dan sabor a la vida. Y por qué no tomar una que otra aventura y ser tú quien se atreva a preguntar a tu chico si quiere casarse contigo. Por eso hoy para darte ánimos te dejamos 12 razones por las que debes ser tú quien dé el primer paso:
1. ¿Quién hace las reglas? “Tradicionalmente” es el trabajo del hombre pedir la mano de una mujer en el matrimonio, pero esto cambió hace mucho. Allá por el siglo V Santa Brígida de Kildare, le pidió al Santo Patrón de Irlanda permiso para que las mujeres pudieran declararse a los hombres el 29 de febrero, ya que estaba harta de escuchar quejas sobre pretendientes demasiado ‘tímidos’.
2. Alguien más ya lo hizo. No serías la única, la actriz húngara Zsa Zsa Gabor, decidió pedirle matrimonio a sus nueve maridos, lo de los divorcios ya es otra historia…
3. La vida es demasiado corta para lanzar indirectas. No gastes tu tiempo viendo “sutilmente” revistas de bodas o anillos de compromisos. Si quieres decirlo ¡hazlo ya!
4. Los hombres pueden ser indecisos. Cuando se trata de tomar decisiones, a veces necesitan de un empujón para tomar la dirección correcta.
5. Si hoy no te decides tendrás que esperar otros cuatro años. Aprovecha este 29, seguramente la paciencia no te servirá de mucho si tienes que esperar más de mil 460 días más.
6. Es 2016. Lo que significa que ya no tienes que cumplir con las reglas tradicionalmente impuestas por la sociedad. Si las mujeres podemos votar, tener un puesto de trabajo y ser presidentas, ¿por qué no pedir matrimonio?
7. La tradición está sobrevalorada. Tradicionalmente es el trabajo de un hombre hacer la pregunta, pero, tradicionalmente también se prohibió la educación universitaria para las mujeres. ¡Únete a la revolución!
8. Sal de tu zona de confort. Porque no hay nada más emocionante que ser empujado hacía tus límites personales, y un “sí” del amor de tu vida te dará una de las mejores satisfacciones.
9. “Pero yo nunca sabré si alguna vez iba a hacerlo …”. Es una duda con la que vale la pena vivir, el riesgo y la intención lo vale.
10. Es una excusa para una fiesta. ¡Tiempo de champán! y de celebrar con sus amigos y familiares, qué más puedes pedir. Un nuevo paso siempre te deparará grandes aventuras.
11. Puedes escoger tu propio anillo de compromiso. Nada mejor que decidir llevar puesto algo que te guste, además será un accesorio que usarás por un buen tiempo.
12. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Dicen por ahí que el no ya se tiene, hay que ir por el ¡sí!
Con información de Metro UK.