Hay mucho que odiar del recorrido al trabajo como el tráfico, vagones de metro o de tren llenos, pasajeros malhumorados, camiones retrasados, etc. Pero hay una razón muy importante que debería preocuparte de tu viaje diario al trabajo: podría estar perjudicando lentamente tu bienestar.

Aquí hay tres maneras que tu recorrido al trabajo esta afectando seriamente tu salud:

1. Eleva tus niveles de cortisol

Según estudios, mientras más largo sea tu recorrido al trabajo, mayores son tus niveles de cortisol, la hormona del estrés y más dificultad tenía la gente del estudio para enfocarse en una tarea asignada al final de su recorrido.

La invasión del espacio vital, algo inevitable en el viaje al trabajo, tiene un efecto en los niveles de cortisol también.

El estrés crónico o la sobreexposición al cortisol altera tu respuesta inmunológica, reprime tus sistemas reproductivo y digestivo y se comunica con la parte del cerebro que controla el estado de animo, motivación y el miedo. Esto te expone a un riesgo de adquirir problemas de salud mental como la ansiedad o la depresión además de muchos problemas físicos.

2. La gente con largos recorridos suelen dormir y hacer ejercicio menos

Cada minuto que pasas en tu traslado al trabajo equivale a 0.22 minutos menos de sueño. Si tu recorrido es de una hora, pierdes 26.5 minutos de sueño todos los días, 2 horas por semana. Y como sabrás, la falta de sueño causa otros problemas de salud.

Aquellos que tienen largos recorridos hacia el trabajo también dicen tener altos niveles de colesteról y un alto índice de masa corporal, categorizados como obesidad. También el estrés elevado esta asociado con una presión sanguínea elevada.

3. Tener que hacer escala intensifica aún más el estrés de tu recorrido

Mientras más escalas y más difíciles sean, más estrés sufres. Esto es porque las escalas le suman un elemento impredecible en tu recorrido.

Esperar al metro o el camión es particularmente agobiante cuando no tienes idea por qué esta tardando tanto en llegar ni cuánto más tardará en llegar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.