Nada en realidad se ve como en las fotos, eso es una realidad que aprendemos en nuestro recorrido por la vida. Pero una cosa es hacer las cosas ver mejor y es otra completamente diferente cuando las imágenes prometen cosas que el producto final simplemente no cumplen.
Que el empaque de algo te defraude de esta manera debería de ameritar una devolución de tu dinero, ¿no?
Publicado por Othón Vélez O’Brien.