La piel es la ventana a nuestra salud en general, así que lo que suceda en tu piel, como la resequedad, irritaciones o arrugas, pueden ser síntomas de algo que esta sucediendo con tu cuerpo, ya sea una inflamación, cambios hormonales o cuestiones de nutrición. Así que si trata tu piel desde dentro hasta fuera la recompensa lo valdrá.

Come, bebe y brilla

La única limpia que necesita tu piel es la que le das en el baño. En lugar de hacer dietas restrictivas mejor deberías de comer alimentos anti-inflamatorios como nueces de castaña, salmón o frutas y verduras ricas en antioxidantes como el broccoli o las moras. Incluso una copa de vino tinto ayuda.

También aumenta tu consumo de agua. Las células de tu piel no funcionan adecuadamente bajo condiciones de deshidratación. Pero no necesariamente necesitas beber agua para hidratarte. El coliflor tiene 92% de agua y un pepino tiene más, además de una dosis de vitamina K, que te ayuda a reducir los capilares dañados.

Toma las pastillas adecuadas

En un mundo perfecto, todos comeríamos saludablemente todo el tiempo, pero como somos seres imperfectos, recomendamos que tomes tres suplementos diarios. El primero es un probiótico que te ayudará con el sistema digestivo, lo cual aprovecha la piel.

Los otros suplementos que deberías de tomar con omega-3 y ácido gamma linolénico, un ácido graso de omega-6. Estos anti-inflamatorios fortalecen la barrera de la piel, manteniendo la humedad dentro y los irritantes fuera.

Toma una siesta

Dormir mal esta relacionado con acortar los telómeros, estructuras protectoras que rodean tu ADN. Según investigaciones, mientras más largos los telómeros, más tiempo se tardan en aparecer las señales del envejecimiento. Además, un cuerpo cansado produce menos de la hormona de crecimiento humano, lo cual ayuda a la piel a mantenerse choncha y firme.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.