Limpiar nuestro rostro puede parecer la parte más sencilla de nuestra rutina de belleza, ¿cierto? Pues resulta que existen varias hábitos muy comunes que podrían estarnos causando todos esos molestos problemas de granitos, irritaciones, piel grasa o muy seca.

Hoy les dejamos con 5 errores comunes al lavar nuestro rostro que debemos evitar de inmediato.

Exagerar

Para la mayoría, limpiar el nuestro rostro una o dos veces al día es un buen hábito, pero si lo hacen más podrían irritar la piel, lo que irónicamente provoca una sobreproducción de sebo. Si no usaste maquillaje, bloqueador o no sudaste mucho en el día, entonces limpia tu rostro con un algodón empapado en agua mineral.

Elegir mal el producto

El producto de limpieza ideal debe remover la tierra, maquillaje y todas las células muertas, SIN quitar en exceso los aceites naturales de nuestra piel. Encontrar un limpiador que haga el trabajo sin que sea demasiado suave (porque si no te tienes que lavar la piel dos veces para limpiarla bien), pero que tampoco sea un abrasivo (que cause que tu piel se irrite y se seque.)

Temperatura incorrecta

Existe el mito de que el agua caliente abre los poros y el agua fría los cierra. La realidad es que los poros no tienen “músculos” que los abren y los cierran.
Aunque el agua caliente (no hirviendo) se siente bien en la piel, puede arruinar los aceites naturales que protegen tu piel, lo que causa resequedad y una producción mayor de sebo.

Lo ideal es usar agua tibia  para limpiar el rostro sin provocar ningún daño.

No enjuagar bien

Si no enjuagas apropiadamente, entonces los productos que hayas utilizado se comienzan a acumular sobre la piel, lo que tapa los poros y provoca piel seca y aparición de barritos.

Es importante que enjuagues adecuadamente, sobre todo cuando llevas prisa en la mañana o te mueres de cansancio en la noche. No olvides enjuagar la quijada, la línea del cabello y la nariz, que son los lugares que más se olvidan.

Fuente: (Actitud Fem)