Lo que pasa en tu cabeza no se queda ahí, existen neurotransmisores, químicos y hormonas que recorren todo tu cuerpo que hacen cambios a lo largo de su camino. Así que si estas particularmente estresado por algo, es muy probable que tengas algunos problemas al ir al baño.
Lo que sea que te afecte mental o emocionalmente también afecta tu sistema digestivo. Aquí hay algunas formas que tu cuerpo comparte la carga emocional contigo:
Estreñimiento
No poder ir al baño cuando quieres puede ser un problema en gente con problemas de ansiedad. Existen muchos transmisores en tu cerebro que están asociados con sentirse contento. Cuando estos se desestabilizan, se transmiten mensajes desde tu cerebro hasta tu estomago y de repente es difícil ir al baño.
Diarrea
El estrés o cualquier otra emoción intensa puede afectar tu ida al baño al estropear tu proceso digestivo natural. Podría acelerar las cosas, resultando en tu cuerpo procesando agua y alimentos demasiado rápido
Heces amarillo
Aveces las heces amarillas son el resultado de una enfermedad gastrointestinal, pero normalmente es porque has estado demasiado estresado últimamente. Cuando sientes ansiedad, tu cuerpo envía muchos fluidos alrededor de tu cuerpo.
El estrés también causa unos cambios hormonales que hacen que el intestino se comporte de manera muy extraña. Estos cambios son temporales, pero la combinación causa que haya una acumulación de bilirubina, un químico del hígado, y grasa, resultando en heces con un tono amarillo.
Sientes ganas de ir al baño como nunca en tu vida
Aunque ya hayas ido al baño en la mañana o te dan ganas de ir al baño a una hora que normalmente no te dan ganas de ir, pueden darte ganas repentinas.
Este es un síntoma común de la ansiedad. Cuando tu cuerpo libera todos esos fluidos que mencionamos antes, acumulan presión, haciendo que sientas una urgencia.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.