Armar una empresa alrededor de la idea correcta puede ser la parte más difícil de comenzar con tu empresa. ¿Pero cómo puedes saber si tienes una buena idea para tu empresa o si estas en un camino para el fracaso?
Sólo tú puedes decidir si una idea es buena o mala, pero aquí hay unos consejos para asegurar que tu idea esta bien fundamentada:
1. Cambia tu perspectiva y mira los problemas como oportunidades
Existen demasiadas empresas actualmente que saturan el mercado con productos y servicios que nadie en realidad quiere. Si quieres lanzar una empresa exitosa, evita caer en esta trampa. Claro, tu idea estará padre y te parecerá práctico, ¿pero existe un mercado sustentable para este producto?
La gente no comprará algo que no les de algún valor a cambio. Tu idea deberá mejorar las vidas de los clientes que buscas. La mejor forma de conseguir esto es encontrando un problema común e intentar solucionarlo. Siempre hay oportunidades dentro de los problemas.
La previsión es crucial para cualquier empresa nueva. Necesitas analizar los cambios en los ámbitos social, político, económico y tecnológico. Debes entender en qué dirección va cada mercado tanto a corto, como a largo plazo. Si ya sabes qué mercado quieres explorar, deberías estar pendiente de todos los competidores dentro de él.
Deberías estar al tanto con los blogs, noticias, páginas web y ruedas de prensa que den cualquier información que sea útil para tu empresa. También puedes inspirarte con las tendencias actuales. Como el big data, por ejemplo, con esto, los negocios seguramente se moverán en la dirección de la revolución de datos que se avecina.
Emprendedores buscan formas de crear valor de verdad en el mundo. No deberían intentar cambiar la imagen de productos que ya existen. Lo que si hacen es buscar maneras innovadoras de aprovechar ideas o tecnologías ya existentes.
En ocasiones, esto puede ser tan sencillo y obvio que sólo es cuestión de tiempo antes de que alguien más se le ocurra la misma idea. A veces las ideas pueden ser tan complejas que requieren de ingenieros expertos con mucho entrenamiento.
4. Sigue tus intereses
La felicidad es la mejor capital. Si vas a invertir una gran parte de tu vida en un proyecto rodeado de incertidumbres, deberías escoger algo que en verdad disfrutes hacer.
Si vas a sufrir, debería ser por algo en lo que quieras y que te interese de verdad. Si trabajas en algo que amas, nunca trabajaras un día de tu vida.
5. Comparte tus ideas con otros
Esto quizá sea el consejo más importante en esta lista. Cuando tienes una idea buena, se entiende que querrás protegerla y eso deberías hacer. Pero debes darte cuenta que nunca desarrollarás una idea a su máxima potencial si te la acaparas.
Consigue amigos de confianza, familiares, maestros, mentores u otros emprendedores conocidos con quienes estarías dispuesto para discutir y oír. Este dialogo te ayudará a practicar cómo vender tu idea y también a descubrir cualquier falla que pudiera tener la idea. Con frecuencia, cuando dices tu idea en voz alta, te darás cuenta que sonaba mucho mejor en tu cabeza.
Deja que la gente a quien le platiques opine y que te hagan preguntas. Pregunta si a ellos les interesaría ese producto o servicio. Quizá hasta la idea tiene mucha más potencial de lo que creías porque no tenías conocimientos que otros con quienes puedes discutir si tienen.
Nunca sabrás hasta discutirlo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.