La gente se confunde con las grasas y de algún modo se entiende. Hace no mucho tiempo las grasas eran universalmente mal vistas y ahora de la nada los medios nos están diciendo que en realidad son una parte vital de nuestras dietas.

Seguro varios de estos mitos sobre la grasa las sigues creyendo ya que desde que naciste te metieron estas nociones en la cabeza, pero con nuevos datos y estudios, ya es hora de que aclaremos algunas cosas sobre la grasa. Estos son unos mitos sobre la grasa que ya no deberías seguir creyendo:

Cualquier cantidad de grasa te hará subir de peso

Claro, si consumes mucha comida alta en grasas todo el tiempo, es seguro que subirá el número en la báscula. Pero si tienes cuidado con lo que consumes, no debería haber problema. La grasa tiene nueve calorías por gramo, así que dura un buen rato en tu sistema. Para evitar subir de peso tienes que procurar consumir la grasa de manera que corresponde con tus necesidades calóricas diarias. Alrededor del 20% de las calorías que consumes diario deberían de ser de grasas sanas.

La grasa no tiene propósito

Necesitas grasa en tu dieta para apoyar la actividad normal del cerebro y del cuerpo. Entre otras cosas, tu cuerpo necesita la grasa para la producción de hormonas, las señales celulares y para regular tu temperatura corporal.

La grasa es mala para ti

Como los carbohidratos, existen grasas de buena calidad y grasas de mala calidad. Las malas no son beneficiosas para la salud, como las grasas saturadas. Alimentos con buenas grasas incluyen el salmón, las nueces y semillas de lino.

Alimentos altos en grasa subirán tu colesterol

Mientras las grasas saturadas están vinculados a incrementos de colesterol, otros tipos de grasa, como las poli-no saturadas, han mostrado que disminuyen tus niveles de colesterol malo.

Sólo existe un tipo de grasa

Mucha gente no distingue entre todos los tipos de grasa. Son muy distintos todos. Las grasas poli-no-saturadas y las mono-no-saturadas son buenas para el corazón y se queman rápido por el cuerpo, mientras que las grasas saturadas y trans son más fácilmente almacenadas como grasa corporal.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.