Cuando se trata del limpiador de cara, no existe un producto que funcione perfecto para todos. Pero con tantos tipos de piel distintos, sensibilidades y problemas individuales, ¿cómo sabes si estás usando el producto correcto para tu cara?

El limpiador de cara que estarás usando ahorita podría estarte causando problemas, como irritación, resequedad o incluso hasta hacerte la piel más grasosa.

Por esto te decimos aquí unas de las señales de advertencia que deberías de buscar para saber si es momento de cambiar de producto:

Te brilla la piel

 Ya sea que haga calor y esté húmedo o hace frío y está seco, tu cara necesita brilla poco después de limpiarla, probablemente no estés usando una fórmula para tu piel grasosa. Busca fórmulas libres de aceites con ingredientes con propiedades absorbentes, como el ácido salicílico, niacinamida o barro. Estos chupaporos ayudarán a tu piel sentirse más cómodo y verse matte por más tiempo.

Irritación

Siempre que dejas la casa, tu piel queda expuesta a todo tipo de contaminantes en el aire. Esto puede tener un impacto acumulativo en la piel que ya es sensible y la abrasión de muchos limpiadores puede irritar la piel. Consigue un limpiador de cara tan sensible como puedas para evitar más irritación. Busca limpiadores libres de sulfatos y con ingredientes como avena o pantenol que tranquilizan la irritación en la piel.

Te salen mucho granos

Si te salen granos regularmente, es señal de que tu limpiador no está haciendo un buen trabajo. Busca limpiadores con peróxido de benzoilo entre 2.5 a 10% y usa toallas blancas para que no dejes manchas de decoloración en otras toallas.

Sientes la piel apretada

Si tu cara se siente apretada después de limpiarla, es señal de que estás usando un limpiador que seca mucho tu tipo de piel. Busca una fórmula cremosa rica en ceramides y ácido hialurónico. Las ceramides ayudan a reparar la barrera protectora de tu piel, lo cual mantiene tu piel hidratado. El ácido hialurónico es uno de los humectantes más fuertes en el mercado. Dentro de segundos tu piel absorbe tanto como sea posible.

Se ve roja tu piel todo el tiempo

Si siempre parece que te estás sonrojando y te pones aún más rojo cuando te sonrojas, puede tratarse de rosácea. Síntomas incluyen un tono rojo persistente en la nariz y los cachetes, vasos sanguíneos visibles y una textura gruesa y rugurdada que a veces está lleno de granos. Busca fórmulas libres de fragancia con ingredientes que refuerzan la piel sana, como ceramidas, glicerina y ácido hialurónico.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.