Cuando estamos creciendo, es muy común que no nos consideremos muy atractivos, pero conforme maduramos (tanto física como mentalmente) empezamos a ver lo que nos hace personas atractivas.

Es muy común que te quedes con las ideas de lo que los demás piensan de tu físico de cuando eras adolescente, incluso a tus 30. Pero también es bueno que te des cuenta de la cantidad de gente atractiva que no cree que lo sea.

Sonará cursi y cliché, pero es muy posible que seas una mujer hermosa y no te des cuenta. Esto es porque todos somos bellos a nuestra manera, aquí hay unas señales que posiblemente se te pasen de alto todo el tiempo mientras tú andes ahí pensando que no eres tan guapa como eres:

La gente se voltea cuando pasas

¿Nunca te has dado cuenta que cuando pasas a lado de alguien, suelen voltearte a ver? Eso se llama presencia y la tienes.

La gente se voltea a verte cuando vas caminando por la calle sólo por ser tú.

La gente no te echa muchos cumplidos

La gente asume que ya sabes que eres bonita, así que probablemente por eso no recibirás tantos cumplidos como te gustaría. Pero la falta de halagos te hace pensar que quizá no seas tan bonita como crees.

La gente se impacta cuando les cuentas alguna de tus inseguridades

Es común que odiemos cosas de nosotros mismos que sobresalgan, pero luego justo son las cosas que nos hacen atractivos, así que la gente no entiende de dónde vienen tus inseguridades.

“¡Odio mis ojos, son tan grandes!” puede sonar como un comentario bastante raro para alguien que no tuvo que crecer con los bullies diciéndoles “cara de alien.” Pero olvídate de eso, tus ojos enormes o cualquiera que sea tu atributo que te cause inseguridad puede ser lo que más le gusta a la gente de ti.

Unos meses sin acción es mucho para ti

Sueles estar en relaciones o sales con gente seguido o por lo general tienes a alguien interesado en ti. Te acostumbras y te parece que es lo normal para todos.

Buscas ser tu misma y esto te vuelve irresistible

Mientras vas tu por la vida intentando ser feliz y auténtica, los demás te ven y te admiran por tu belleza tanto interna como externa.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.