Nos enfocamos tanto en las calorías, los gramos, los macros, etc. cuando se trata de nuestra alimentación, pero ignoramos el lado emocional, o peor aún: decimos que comer y las emociones son una combinación negativa.

La comida nos sirve como combustible para mucho más que sólo el cuerpo, así que es importante tomar en consideración la salud mental también cuando planeamos nuestra dieta.

Aquí es donde entra el concepto de alimentación de alto valor. Esto significa que tu dieta nutre tu cuerpo al mismo tiempo que toma en consideración la nutrición emocional también.

Una dieta de alto valor nos muestra que el alimento puede sumarle a nuestras vidas y salud sin restricciones.

La alimentación de alto valor no toca temas de números y no tiene tolerancia para la culpa ni la pena.

Se reconoce que aunque algunos alimentos no sean muy nutritivos físicamente, nos pueden dar gusto y no deberían de ser excluidos de nuestras dietas.

Aquí te mostramos cómo comer con más consciencia y agregar la filosofía de alimentación de alto valor a tu dieta:

Suma, no restes

Estamos acostumbrados a eliminar alimentos de nuestra dieta, pero esto no es necesario. Esto limita tu consumo de nutrientes y la variedad de lo que puedes comer.

Al menos de que tengas alguna condición médica que te impida comer ciertos alimentos, no hay por qué eliminarlo de tu dieta. Así que puedes comer lácteos, trigo, azúcar, gluten o lo que quieras.

Come alimentos enteros o lo menos procesados siempre que sea posible

Siempre consiguete la mejor calidad en tu alimento y que la mayoría de lo que consumas sea integral o que no esté tan procesado. Siempre hay espacio para alimentos super procesados en nuestra dieta, sólo que no sean la parte principal de lo que comes.

Entiende tu estilo de vida

Muchos intentamos acomodar nuestro estilo de vida a nuestra dieta, pero esto puede ser frustrante y no sirve a largo plazo. Es mejor que elijas un patrón de alimentación que se acople a tu estilo de vida y no al revés.

Sé intencional

Si quieres un brownie, no te tortures considerándolo por horas. Cómetelo y sigue con tu vida. Es más importante que tengas consciencia de la calidad en general de tu dieta al igual que tus antojos y de cómo te sientes con lo que comes.

Entiende que no existen alimentos “malos” y nada terrible te va a pasar por darte tus gustitos de vez en cuando.

Come por ti, no por los demás

Todas tus amigas estarán en alguna dieta o seguirán algún plan alimenticio que sonará increíble, pero si no van con tu estilo de vida, preferencias o metas, entonces no las sigas.

No le entres a las dietas de moda, haz lo que te sirve a tu y enfócate en TU alimentación. Lo que le sirve a otros no necesariamente significa que servirá para ti también.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.