¿Tienes un lunar que se ve algo extraño? Lo más seguro es que deberías de ver al dermatólogo.
Pero probablemente no sepas que los dermatólogos pueden hacer mucho más que detectar cáncer en la piel o quitarte barros o arrugas.
Aquí hay 6 razones por las cuales deberías de ver a tu dermatólogo.
1. Tus ojos están rojos e irritados
Podrías tener conjunctivitis, una infección común de la membrana que abarca tu ojo y tus párpados. Todo lo que involucre membranas mucosas entra en la categoría en la que se especializan los dermatólogos.
2. Tu cabello se ve horrible
Ya sea caspa o se te está cayendo el pelo, tu dermatólogo puede ayudar. En el caso de la caspa, todo desde lavarte poco el pelo hasta el estrés puede causar una acumulación de células muertas de piel, las cuales se juntan y crean lo que vemos como caspa. La caída de pelo puede ser genético, pero ver pronto a un dermatólogo puede reducir las posibilidades de que pierdas tu cabello definitivamente.
3. Tus uñas están mal
Escamas, huecos o uñas quebradizas pueden ser indicación de varias cuestiones de salud. Incluso si no te molestan estos problemas, son señal de que algo puede estar pasando en tu organismo. Un dermatólogo puede identificar estas condiciones relacionadas con el problema que tengan tus uñas.
4. Tienes fuegos
Hay unas cuantas enfermedades que los dermatólogos pueden tratar que se presentan únicamente en la boca. Los fuegos en la boca, o aftas, están vinculados a altos niveles de tu sistema inmune o desórdenes gastrointestinales.
5. Tienes algún relieve curioso en tus partes íntimas
La gente suele ir directo al urólogo por cualquier problema relacionado con sus genitales. Pero algunos casos en estas partes pueden ser hongos relacionados con infecciones en la piel, por lo tanto sería mejor tratado por un dermatólogo.
6. Estás deprimido
Un dermatólogo no debería ser tu primera opción si te sientes triste, pero si viene acompañado con problemas en la piel o las uñas, no lo ignores. Algunas condiciones en la piel han sido vinculados a desórdenes en tu estado de ánimo, como la depresión.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.