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Una buena relación se cultiva con una comunicación positiva. Fomentar la confianza y la resolución de problemas con base a una comunicación respetuosa, empática y positiva es esencial para construir relaciones fuertes y duraderas.

Aunque es un don para muchos, otros tantos podemos trabajar en nuestras técnicas de comunicación para evitar mal interpretaciones y disgustos con nuestra familia, pareja, amigos o compañeros de trabajo.

Cambia tu lenguaje corporal

Tu lenguaje corporal revela si estás interesado en una historia o no. Inclínate un poco hacia adelante y haz contacto visual para demostrar interés por lo que la otra persona tiene que decir. Una sencilla sonrisa y asiente constantemente para que entiendan que estás interesado por lo que te están diciendo.

Evita cruzar los brazos o poner tus manos en los bolsillos ya que denota nerviosismo. Estas actitudes desmotivan a otras personas a acercarse a ti.

Utiliza las palabras correctas

Las palabras suelen ser una forma fácil de mejorar o empeorar una conversación. Si te encuentras a la defensiva, tus palabras pueden perder objetividad y ofender a la persona con la que te encuentras conversando. El poder de las palabras es tan grande que las personas suelen olvidar lo que les dijiste pero rara vez olvidan cómo esas palabras los hicieron sentir.

Trata de expresar tus sentimientos con claridad en todo momento, en vez de decir: “Arruinas todo cuando llegas tarde” puedes decir: “Me siento desesperada y preocupada por ti cuando llegas tarde”. De esta manera la otra persona logrará entender tus sentimientos en vez de reaccionar negativamente a una situación.  

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“Lo que pienso”
“Lo que digo”

No te lo tomes personal

Lo que los demás piensan y dicen sobre ti no es importante ni real si personalmente no lo crees. Si te sientes ofendido por las acciones o comentarios de otras personas es porque muy en el fondo, crees en lo que ellos dicen o hacen. En realidad todo lo que ellos dicen no tiene importancia, porque lo único que interesa es como tú te sientes y piensas sobre eso. La gente suele decir cosas para su beneficio; ellos hablan o actúan pensando en sí mismos, no en ti.

Escucha más y habla menos

Cuando estés escuchando a la otra persona, mantén el contacto visual y trata de escuchar el mensaje oculto de sus palabras. No interrumpas a la otra persona cuando esté hablando y cuando termine de hablar, haz las preguntas que creas necesarias para aclarar tus dudas. A las personas les gusta sentirse entendidos. Si escuchas y entiendes lo que la otra persona quiere decir, se sentirán más dispuestos a escucharte.

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Sé positivo

Enfócate en la solución en vez de hacerlo en el problema. Si estás tratando de resolver un problema, enfocarte en él sólo te hará sentir frustrado y enojado. Trabaja en una solución junto a la otra persona. Sé honesto contigo sobre cómo te sientes, si comienzas a sentirte molesto o enojado, toma un descanso y retoma esta conversación cuando te sientas mejor. Juntos busquen una solución para el problema.

No juzgues

Si alguien ha decidido platicarte sus problemas, evita a toda costa juzgar sus opiniones o sus sentimientos. Los humanos tenemos un miedo natural al rechazo, de esta manera es vital que demos a los demás la misma aceptación que deseamos para nosotros mismos.

Comienza una conversación con la menta abierta, así evitarás juzgar y podrás crear un vínculo de confianza esencial para las conversaciones personales.

 

 

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