Es bueno que seas abierto con tu pareja, pero también hay que tener cuidado, o mínimo mucha consideración, con todo lo que le digamos a nuestra pareja. Hay varias cosas que puedes decir que en tu cabeza tienen cierta ligera importancia, pero cuando dices estas cosas en voz alta con tu pareja, se podría interpretar de varias maneras.
Para ilustrar a lo que me refiero, aquí hay una lista de unas cosas inocentes que le puedes decir a tu pareja que le sacarán un susto horrible:
“Odio mi trabajo”
Ya sea que tuviste un mal día o tu trabajo apesta, aveces nos ayuda sacar estas cosas del pecho. Pero para tu pareja esto puede sonar como si estuvieras diciendo “voy a renunciar mañana.”
“Ya lo superé”
Seguro a lo que te referías era que ya dejaste atrás el argumento que estaban teniendo, pero también se puede entender que ya superaste a tu pareja, de usar pantuflas o cualquier otra situación. Lo que dices y cómo lo dices importa y es fácil que se crean malos entendidos si no eres claro con lo que dices.
“Me gustó esa persona”
Todos somos humanos aquí y es muy probable que te des cuenta cuando pase frente a ti una persona atractiva. Pero mientras tú crees que es perfectamente inocente tu comentario, tu pareja puede entenderlo como una señal de que ya no estas satisfecho con tu relación o incluso que le podrías ser infiel a tu pareja.
“Odio mi vida”
Todos tenemos malos días, pero este comentario aparentemente inocente puede ser malentendido como una señal de que estas deprimido. Y se entiende, cualquiera se alteraría si oye a su pareja decir estas palabras y se puede entender como un pensamiento suicida.
“Estamos en la quiebra”
Esto puede ser una simple exageración y lo más seguro es que te refieras a que no tienes tanto dinero como quisieras, pero se puede entender como “literalmente ya no tenemos nada de dinero.”
“Me pone nervioso la idea de tener hijos”
Si sientes nervios por los pequeños que vienen en camino, definitivamente deberías discutirlo con tu pareja. Sólo recuerda que tu pareja puede entender este comentario como si nunca quisieras hijos en tu vida. Para evitar que tu pareja pase un mal rato por esto, sólo añade al final de esta frase “… pero aún los quisiera tener algún día.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.