caminadora

Usar la caminadora no sólo se trata de poner un pie frente al otro, con unas modificaciones a tu forma, hábitos y planeación puede lograr mucho más con tus rutinas de correr sobre este aparato. Para sacarle el mayor provecho a correr en la caminadora, no cometas estos errores:

No tener un plan

Te subes, presionas el botón de comenzar y le subes a la velocidad. Sigues hasta que el tiempo se acaba y te detienes. No sólo es aburrido este ejercicio, sino que no aprovecha tu potencial. Busca una rutina de dos a tres días y comprometete a llevar a cabo una rutina que fijes desde antes. Cuando tienes planeado lo que harás de ejercicio, terminas haciendo más ejercicio. Pero siempre seguir con la misma rutina tampoco es ideal. El cuerpo requiere que lo retes de diferentes maneras para superar sus limites.

Saltarte el calentado

El mayor error con el ejercicio en general es que la gente no calienta primero. En la caminadora no deberías empezar corriendo desde el principio. Comienza caminando, incrementando progresivamente la velocidad hasta que estés trotando durante los primeros 5-10 minutos. Después de el primer kilómetro sube la velocidad si tu rutina te lo pide.

Ignoras la inclinación

Las caminadoras tienen dos variables: la velocidad y la inclinación. Mucha gente suele dejar la inclinación a 0%. El problema con correr en interiores es que no tienes la resistencia del viento ni el terreno variado. Para retar tu cuerpo más deberías mínimo usar la caminadora con 1-2% de inclinación. Cuando diseñes tus rutinas no olvides variar con la inclinación junto con la velocidad.

Te detienes

Agarrarte del barandal de la caminadora es malo por varias razones. Para empezar, alteras tu postura y forma de caminar. Además le estas restando algo de peso a tus piernas y no estas meciendo los brazos, reduciendo la quema de calorías. Tus brazos deberías de mecerlos en arcos grandes, si lo haces con arcos pequeños puede hacerte girar y causarte todo tipo de problemas a futuro.

Piensas demasiado en tus pasos

Cuando se trata de tus piernas, generalmente tu cuerpo sabe cómo moverse sin que te concentres. Si piensas demasiado en la forma que estas corriendo puedes terminar corriendo de manera inadecuada. Puede que estés tomando pasos demasiado largos, lo cual hace que tu peso caiga enfrente de ti y puedes lastimar tus rodillas de esta manera. Cuando corras con la caminadora inclinada, reduce el tamaño de tus pasos y concentrate en mover las piernas más rápidamente en vez.

No usas la caminadora entera

Uno suele tener la costumbre de correr pegadito al barandal, después de todo, no quieres terminar cayéndote de la parte de atrás cuando va a buena velocidad. Pero si corres muy cerca al frente le das menos espacio a tus piernas y brazos para correr normalmente. Hay mucho espacio en la caminadora, aprovechalo.

Controlas demasiado tu respiración

Igual que las piernas, tus pulmones no necesitan de tu concentración para hacer lo que siempre hacen. Tu cuerpo es más inteligente de lo que creerás y trabajará para conseguir todo el aire que necesite por instinto. La gente suele tratar de controlar su respiración cuando hacen ejercicio. Respira normalmente, si te quedas sin aire, corre más lento y respira profundamente por la nariz y exhala por la boca hasta que recuperes el aliento.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.