Como el espagueti o las quesadillas, los huevos revueltos son uno de esos platillos que cualquiera podría preparar. Excepto que no es exactamente así cuando se trata de mucha gente ajena a la cocina. Resulta que la gran mayoría de ustedes están haciendo esto mal y son estos errores de amateur que te están impidiendo comer huevos revueltos más que decentes.

Aquí están los siete errores más comunes que cometes al preparar huevos revueltos y cómo conseguir esa textura y consistencia perfecta que deberían tener tus huevos revueltos.

1. Le agregas más líquido

Echarle un poquito de leche o crema o incluso agua mientras revuelves los huevos no los hace más esponjosos, simplemente los hace más duros. Además, cualquier líquido que le metas se terminará separando del huevo una vez entre en contacto con el calor.

2. Revuelves los huevos con un tenedor por unos segundos

Para huevos más esponjosos, necesitas un batidor, no un tenedor. Pero esto no significa que ya con eso puedes darle unos segundos para mezclar el huevo. Mientras más tiempo batas los huevos, más aire les estás metiendo y mientras más aire quede mezclado en el huevo, más ligera será su textura. Así que usa una batidora y bate vigorosamente por mínimo 30 segundos.

3. Les hechas sal antes de cocerlos

Echarle sal a los huevos mientras los bates en realidad resulta en que se extraiga la humedad de los huevos, dejándote con el mismo problema que cuando le agregas leche u otra cosa. Deja la sal para después, hasta que los huevos parezcan estar ya apunto de quedar listos.

4. Metes verduras crudas

Claro, las verduras junto con el huevo equivale a más nutrientes, pero también están cargadas de agua, la cual saldrá y se mezclará con tus huevos. Para no perder la textura deseada y tener un mejor sabor, coce las verduras primero, drénalas y luego agrega el huevo.

5. Usas un sartén enorme

No hace falta tanto espacio si estás preparando huevos para una o dos personas. Para empezar, toma más tiempo en calentarse y necesitarás más aceite para cubrir la superficie. Además, la superficie más amplia hará que tus huevos se esparzan más, creando una capa más delgada y haciendo más probable que los cosas de más o que los quemes. Siempre usa uno más pequeño para cuatro o menos huevos.

6. Los coces a fuego alto

De esta manera te quedarán más rápido si tienes prisa, pero el calor intenso afecta la estructura proteínica de los huevos, así que el huevo se cuaja y resulta duro y seco. Además, es más probable que los quemes en este caso. Siempre usa una flama baja y que se cosan como por 5 a 7 minutos los huevos en lugar de 45 segundos. Tu paciencia será recompensada con una textura suave y cremosa, muy distinto de la manera que te suelen quedar.

7. Los quitas del calor cuando están listos

Al igual que un filete o un lomo de pescado, el calor residual hará que los huevos se sigan cociendo incluso después de quitarlos del sartén. Por lo tanto, si los quitas cuando parecen estar listos, es probable que terminen secos o sobrecocidos cuando te los empieces a comer. Cuando parezca que con un minuto más ya quedarán listos tus huevos, sirvelos en tu plato y para cuando te sientes y empieces a comer, estarán perfectos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.