Las astillas son pequeños fragmentos de algún objeto – típicamente madera, pero también pueden ser espinas de una planta, plástico o incluso metal – que se rompen y se incrustan en tu piel.

Son molestos y suelen ser bien dolorosos a pesar de su tamaño.

Por eso quieres quitartelo y deberías hacerlo rápido, limpio y en una sola pieza para reducir la posibilidad de que quede algún pequeño fragmento atrás.

Cuando quedan piezas en tu piel, tu cuerpo lo identifica como algo ajeno a él, así que lo ataca para mantenerte a salvo. Esto normalmente resulta en una inflamación alrededor del fragmento de astilla, causando más dolor e incomodidad.

Tu cuerpo también es capaz de crear tejidos de cicatriz alrededor de este fragmento, causando una especie de nudo doloroso debajo de la piel.

Quitarte la astilla adecuadamente puede evitar estos problemas. Sólo sigue estos tres simples pasos para hacerlo bien y a la primera.

1. Mojate

Moja la zona afectada con agua tibia por un minuto o dos para suavizar la piel. Si la astilla está en tu pie o tu dedo, puedes sumergirlo en el agua. Para zonas más grandes, como tu pierna, puedes usar una compresa caliente.

2. Junta tus utensilios

¿Puedes ver la orilla de la astilla saliendo de tu piel? De ser así, saltate al siguiente paso.

Pero si la astilla está completamente debajo de la superficie de la piel, tendrás que ayudarla un poco. Encuentra una aguja muy fina y limpiala con alcohol para esterilizarla. Usando la punta del alfiler, haz un pequeño hoyo en la piel justo arriba de la orilla de la astilla para poderlo agarrar. No quieres escarbar en tu piel, esto puede dejarte una herida fácil de infectarse.

Si no parece que será fácilmente alcanzada la astilla, osea que apenas la vez o después de uno o dos intentos con las pinzas no logras sacarla, guarda todo y mejor ve que te la quite el doctor.

3. Sácala

Una vez que puedas ver la orilla de la astilla saliendo, usa unas pinzas para agarrarla lo más cerca a la piel como sea posible, luego jala en la misma dirección que apunta la astilla. Si lo haces en el sentido contrario, puedes doblar la astilla, aumentando la posibilidad de que se rompa y queden restos atrás.

Es importante usar pinzas para extraer la astilla. Aunque te hayan dicho que apretando la piel puede remover la astilla, lo que esto hacen en realidad es hacer más probable que se rompa dentro de la piel.

Una vez fuera la astilla, limpia la zona con jabón y agua y aplica un poco de vaselina para crear una barrera que mantiene a las bacterias fuera y cúbrelo con una curita.

Si se vuelve rojo, se inflama o duele después, ve con un doctor porquepueden haber quedado restos atrás y podría estar infectado.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.