Quizá pienses que cambiar tu vida requiere de unos cambios drásticos, pero en realidad es mucho más sencillo. Hay muchas cosas que puedes hacer todos los días que no sólo mejorarán tu calidad de vida, sino te harán sentir más tranquila, feliz y realizada.

Toma un poquito de esfuerzo, pero valdrá la pena, aquí te explicamos cómo empezar:

Mantén orden

¿Tienes libros y revistas sobre la mesa de tu sala? Ordenalas. ¿Ropa sucia en el baño? Recógela.

Mantener orden y limpieza en tu casa te hará sentir mejor de inmediato, además ya no te distraerá el desorden.

Se agradecida

Apunta 10 cosas por las cuales te siente agradecida. Esto puede ser pequeño o grande, no importa. Es especialmente bueno hacer esto en días malos, te recuerdas de lo bueno que hay en tu vida incluso si te cuesta trabajo recordarlas en el momento.

Llévalo un paso más y llama a alguien de esa lista para decirle lo feliz que te hace tenerlos en tu vida.

Haz algo que disfrutes

Haz una lista de actividades que te gusten hacer. Luego elige una de esas cosas y házlo. Te ayudará a descansar un poco de la rutina y lo mundano cuando la vida se siente estancada o caótica.

Trabaja en tu rutina de sueño

No dependas de tu celular o mil alarmas para despertar. Puedes hacer una de dos: puedes depender de tu ritmo circadiano que reacciona naturalmente a la luz y la oscuridad.

O puedes poner tu alarma un minuto antes y levantarte tan pronto suena, abre las cortinas y estírate un poco. Deja tu celular lejos de ti mientras haces esto.

Identifica tus prioridades

Tómate un poco de tiempo para pensar a qué dedicarle tu tiempo. Haz dos listas, una de baja prioridad y la otra de alta prioridad.

Para las de baja prioridad decide cuáles desperdician tu tiempo y usa ese tiempo para las prioridades altas.

Crea una rutina consistente y relajante para la noche

Tus ojos y tu cerebro necesitan un descanso de las pantallas cuando el sol se pone. En vez de usar tu celular en la noche, opta por un libro o una revista. Cuando te acuestes, pon tu teléfono lejos, no a lado de tu cama.

Trata de acostarte siempre a la misma hora todas las noches para mantener la consistencia. Date un tiempo para relajarte primero, no te vayas directo a la cama después de tu última actividad.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.