En cualquier momento dado vas a querer arreglar o remodelar algo en tu casa. La mayoría de nosotros no sabemos hacer estas cosas bien por nuestra cuenta y muchos que sí sabemos no lo hacemos bien, así que lo más seguro es que quieras contratar a alguien para este tipo de trabajo. Aquí hay unos datos que sería bueno que supieras de antemano, porque al igual que cualquier servicio que se te brinde, probablemente tengas algunas ideas equivocadas de cómo debería ser el proceso.

1. No esperes la perfección, sino que calidad

La expectativa más irreal que puedes tener en estos casos es esperar que el trabajo quede absolutamente perfecto. No existe lo perfecto. Pintar o poner mosaicos o ladrillos no se hace con máquinas, son obreros que trabajan con sus manos, seres humanos imperfectos como tú y yo. No esperes el trabajo de un robot.

2. Tu contratista va a juzgarte desde el primer momento que se ven

Igual que con cualquier situación donde estas conociendo a una nueva persona que será parte de tu vida, ya sea por una semana o el tiempo que sea. La primera vez que te conozca tu contratista va a querer ver qué clase de persona eres y cómo te manejas. Les importa saber si eres paciente o si eres de las personas que no le hará caso a sus recomendaciones. Si pareces una persona difícil con quien trabajar desde el inicio, lo más seguro es que no vuelvas a ver al contratista.

3. …pero también sabe que lo estas juzgando

Igual que el contratista, no quieres trabajar con alguien difícil, especialmente si le estas pagando. Tú, como cliente, quieres procurar que tenga una buena ética de trabajo, que sea responsable y esté involucrado con el trabajo que se llevará a cabo en tu hogar. Además de que esta persona estará en tu casa por unos días, será mejor que te agrade como persona.

4. Un buen negociador consigue mejores precios

Investiga un poco antes de contratar al primero que encuentres. Busca al mejor contratista que puedas encontrar y pídele una propuesta detallada del trabajo que se llevará a cabo. Usas esta propuesta como tu referencia y se lo muestras a otros contratistas y les pides que te hagan una cotización. Esto te dará una buena idea de cómo puedes ahorrar un poco consiguiendo el mejor trabajo posible. Sólo recuerda que el mas económico no necesariamente es bueno.

5. La seguridad es responsabilidad tuya también

Con esto nos referimos a que deberías de investigar un poco al contratista y verificar que sea legítimo y que tenga buenas referencias. Procura que tenga seguro para sus empleados para que en caso de que haya un accidente, no seas tú la persona responsable.

6. Siéntete libre de contratar a más gente para colaborar

Pero procura no quitarle la autoridad al contratista principal. Los contratistas son como agentes, siempre en búsqueda de un nuevo talento. Digamos que conoces a un excelente pintor que te hará un descuento de favor, esto podría ayudarte a reducir el costo de tu contratista porque no estarías usando a sus obreros para pintar tu casa. A la mayoría de los contratistas no les molestará si pones a otras personas a trabajar junto con ellos.

7. Sé amable con el equipo

Es algo sencillo que puedes hacer para que sea más fácil la vida de los obreros. Deja que usen tu baño, te sorprendería la cantidad de casos donde un obrero tiene que salir de tu casa a buscar dónde pueda usar un baño. Haz que el ambiente de trabajo sea cómodo. Si hace mucho calor y te reusas a prender el aire condicionado para los obreros que están sudando mientras trabajan por ti, eso es cruel.

8. Pon atención a las señales de advertencia

¿Normalmente llega tarde el contratista? ¿Tienes que llamar varias veces antes de que te contesten o te devuelvan la llamada? ¿Le deja todo el trabajo a alguien de su equipo? ¿Deja todo sucio después de un día de trabajo? Tienes que aprender donde poner un limite, este es tu hogar, no un sitio de construcción.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.