Su mirada de tortura, sangre corriendo por sus cachetes, heridas abiertas en su cara, manos y rodillas te pueden hacer sentir escalofríos. Pero resulta que esta estatua es más realista -incluso macabro-de lo que creías. Especialistas que estuvieron restaurando la pieza artística del S. XVIII descubrieron que los 18 dientes de la estatua le pertenecen a un hombre adulto de verdad.

“Los dientes probablemente fueron donados como agradecimiento,” sugiere Franny Unikel, jefe de restauración. En otras partes del país se sabía que gente donaba voluntariamente su pelo para hacer pelucas para los santos, al igual que ropa y dinero. Pero los dientes y las uñas en las estatuas suelen ser hechas de hueso de animales. “Es la primera vez que se descubren dientes humanos en una estatua como esta,” dice Unikel.

A pesar de lo único que es la pieza, la directora de la escuela nacional de restauración y museología en México dice que el descubrimiento no es sorpresa.

“La estatua es una representación muy convincente, entonces, naturalmente si alguien pudiera usar esta clase de dientes, lo haría,” agrega Unikel. Los dientes están en perfecto estado, aún para una escultura de 100 años. Ella descarta la idea de que le pertenecieran a alguien de la iglesia.

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Publicado por Othón Vélez O’Brien.