Según el estudio, entre las personas que beben cuatro o más tragos a la semana, los hombres que se sonrojaban con el alcohol tenían más del doble de probabilidades de desarrollar presión arterial alta en el futuro.
Esto último significa que también tienen un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud relacionados con la hipertensión.
El doctor Jong-Sung Kim, coautor del estudio, señaló que cuando un metabolito del alcohol llamado acetaldehído se acumula en el sistema, hace que tus vasos sanguíneos se contraigan, lo que debilita el flujo de sangre y te hace ver ruborizado. Un organismo normal, puede descomponer este metabolito.
De acuerdo al profesional, puede ser difícil diferenciar entre una alergia al alcohol y la incapacidad para descomponer el acetaldehído, ya que ambos causan enrojecimiento.
Sin embargo, si además de tener la cara colorada, sufres naúseas y palpitaciones rápidas, es más probable que tengas problemas para digerir el acetaldehído y de ser así, es mejor consultar a tu médico.
Kim señala, por otra parte, que beber demasiado -tengas problemas para descomponer este elemento o no- puede llevar a la acumulación del metabolito y desencadenar presión arterial alta.