La píldora creada por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) sería de gran ayuda para los diabéticos.
El pequeño dispositivo consta de una serie de pequeñas agujas de 5 milímetros que inyectan el medicamente cuando se clavan en las paredes del estómago o los intestinos, cuenta BBC Mundo.
No resultará doloroso ni incómodo, pues “como no hay receptores del dolor en el tracto intestinal, el paciente no sentiría los pinchazos”, señaló el MIT en una nota.
La píldora puede ingerirse como cualquier otra. Pasa por la boca y el esófago, y solo cuando llega al estómago las agujas se clavarán. “El truco está en que las agujas están recubiertas de una capa de material acrílico que se disuelve con los ácidos del estómago”, señala el medio citado.
De acuerdo con ensayos hechos en cerdos, las cápsulas tardan un día en salir del organismo y no causan daños apreciables durante el camino.
Esta píldora serviría para administrar fármacos inyectados que no se pueden administrar oralmente, como la insulina, algunos antibióticos, la heparina, vacunas o tratamientos oncológicos.