Lo que funcionaba hace un siglo ya no funciona ahora para alcanzar el éxito. Antes, los empleados esperaban conservar su trabajo con una organización por décadas. Para quedarse con sus empleos, esos empleados tenían que conformarse con las expectativas de sus jefes. Se mantuvieron a la raya y no abrían la boca, esperando silenciosamente ascensiones o aumentos. Intercambiamos la transparencia y la autenticidad por seguridad y funcionaba.
Hasta que de pronto dejó de funcionar. Problemas con la economía, la competencia global, la innovación acelerada de la tecnología. ¿Qué significa este cambio para ti? Las profesiones exitosas ahora se construyen por la colaboración de empleados y sus jefes para el éxito del otro. Así que ya no son tiempos donde debas ocultarle las cosas a tu jefe.
Estos son los secretos que no deberías ocultarle a tu jefe:
1. Muestra tu color primario
A lo que me refiero con esto es donde se cruzan tus mayores fortalezas y tus más grandes pasiones. Cuando tus objetivos y el comportamiento que se espera de ti se cruzan con tus fortalezas y tu pasión rendirás mejor, aprenderás más rápido y tendrás mejor satisfacción de tu trabajo. Tu jefe también quiere esto, no hagas que adivine y comparte con él tus destrezas y lo que te apasiona en la vida para definir tu papel donde podrás sacar el mayor provecho.
2. Tus expectativas de salario
Tu aumento de salario nunca debería ser lo primero que le menciones a tu jefe cuando hables sobre tus ambiciones. En lugar de empezar diciendo “pagame más y trabajaré más duro,” que conseguirá que pierdas tu empleo seguramente, mejor dí “estas son mis ambiciones, así es como me gustaría expandir mi papel y lo que creo que puedo entregar y en cambio, esta es la manera que espero que cambie mi compensación a lo largo del tiempo.”
Esto cambia la discusión de un empleado enfocado en sus propios intereses a una discusión de valor.
3. Revela tus ambiciones de largo plazo
¿Por qué uno suele ser tan tímido cuando se trata de anunciar su meta final? Quizá sea porque desde chiquitos nos han dicho que las acciones dicen más que palabras. Quizá te de miedo que tu jefe crea que le quieres quitar el puesto. Pero lo más seguro es que tu jefe va a querer que tengas éxito con tus metas de largo plazo.
4. Trabaja para heredar tu puesto
Un secreto que merece ser compartido: el objetivo en tu trabajo es que te vuelvas redundante en tu trabajo actual. Una persona exitosa entrena a sus compañeros para poder reemplazarlos algún día, mientras tanto, otros piensan que si los demás los superan, se volverán vulnerables a ser recortado. Los optimistas se dan cuenta que ayudar con el desarrollo de otros es un requisito para conseguir una ascensión.
Trabaja en las habilidades que necesitas para ser promovido y pasa a otros las habilidades que has dominado.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.