Rebekah Marine ha logrado vencer los estereotipos que impone el mundo de la moda y marcar la diferencia. Su condición no la ha alejado de sus sueños, y al contrario, fue su motivación para buscar un cambio y demostrar que “una discapacidad no determina el destino de una persona”, dice en su página web.
Sabe que “no siempre es fácil creer que ser diferente puede ser bueno”, pero por su experiencia, “vivir la vida con un solo brazo me ha hecho ser una persona más fuerte, y estoy agradecida. Cada día es una oportunidad para inspirar a alguien”.
Su carrera empezó después de trabajar con una organización de caridad durante unos meses y de darse cuenta que se sentía más cómoda sin la prótesis de brazo. Su nuevo camino, labrado por su cuenta, ya la ha llevado a Alemania, Los Ángeles, Nueva York y otras ciudades en donde ha hecho sesiones de fotos y desfilado en pasarelas.
Su tiempo, además, lo invierte en ‘Models of Diversity’, un grupo que ayuda a promover la carrera de mujeres que “no encajan con el estereotipo clásico que impera en la moda”, y en ‘Lucky Fin Project’, una entidad sin ánimo de lucro que ayuda a personas en su misma situación.
Marine espera cambiar la industria, que poco a poco va abriendo espacio para nuevos tipos de belleza. Según ABC, dijo: “Deberíamos abrazarnos y celebrar la singularidad que no se ajusta a lo que los medios de comunicación creen que es hermoso”.