Konrad Rykaczewski quería encontrar una mejor solución a la implementación de líquidos anticongelantes sobre las alas de aviones inspirándose con una rana venenosa que aprendió que siempre esta secretando lubricante a través de su piel y en ocasiones, cuando se sienta provocada, también secreta una sustancia venenosa.
Imaginó la superficie de un avión imitando la piel de una rana, liberando anticongelante cuando sea necesario. Para crear la cubierta para tal superficie, su equipo tomó una capa super hidrofóbica y porosa y agregó debajo de eso una capa super hidrofílica porosa. La capa inferior absorbe y almacena el anticongelante mientras que la de arriba previene que salga el líquido.
Lluvias congeladas rebotan sobre la superficie de la capa super hidrofóbica de la mimsa manera que en otras superficies hudrifóbicas. En condiciones húmedas, sin embargo, la condensación cubre las superficies hidrofóbicas con escarcha, lo cual crea más hielo. Pero con esta nueva capa, ese problema queda resuelto. Cuando se forma agua sobre la superficie por la condensación, el anticongelante debajo llega a la superficie, derritiendo el hielo y repelando el líquido.
Esta nueva capa no debería costar más que las que se usan actualmente. Esto también ayudará a preservar las pistas de concreto para despego y aterrizaje de aviones que suelen ser dañados cuando cubren a los aviones con soluciones, ahorrando dinero para los aeropuertos.
El enfoque actualmente es optimizar el diseño de la capa, mejor su rendimiento y hacer que se pueda aplicar como pintura.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.