Consumir suficientes fluidos parece simple, ¿no? Simplemente toma más agua y ya. Claro, esto ayuda, pero quizá estés cometiendo unos errores al hidratarte sin darte cuenta.

Beber agua durante el ejercicio, pero no antes

Aunque des tragos regularmente en el gimnasio, aún puedes tener dolor de cabeza si no te hidrataste suficiente antes. Deberías beber un mínimo de un cuarto de litro media hora antes del ejercicio.

Insistir en ocho vasos de agua al día

Las necesidades varían entre persona y persona, la cantidad exacta de agua que necesites depende de tu estatura, peso y hábitos. Y ya que puedes conseguir la hidratación que necesitas de alimentos como frutas y verduras, no necesitas tomarte tanta agua sola. Y si te acostumbras a beber agua de más, puedes dañar tu organismo.

Evitar bebidas como el café o el té

Mucha gente cree que el café y el té te deshidratan por su contenido de cafeína, pero esto es un mito. La cafeína en ambas bebidas puede servir como diurético, el fluido que contienen lo compensa.

Hidratarte con muy poca frecuencia

Si tienes sed, nunca dudes de tomar un poco de agua. Lo mismo aplica cuando haces ejercicio o cuando hace calor. Pero estos no son los únicos momentos en que deberías de rehidratarte. Deberías de hacerlo también mientras estés sentado en el escritorio en el trabajo. Si no te hidratas a lo largo del día corres el riesgo de padecer de piedras de riñón o infecciones urinarias

Confundir la necesidad por agua con la necesidad de comer

Bebe antes de comer para procurar que el hambre que sientas sea eso y no sed. Mucha gente confunde la necesidad de tu cuerpo por agua con la necesidad de comer. Come como siempre, pero también ten el hábito de beber mucha agua con tu alimento. Sugerimos que tengas agua a lado de la cama y todos los días cuando te despiertes empieza a beber.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.