Los penes son sencillos, son casi como los fuegos artificiales, tienen la misma forma básica, les prendes la mecha, esperas un poquito y explotan. Sin embargo, la anatomía masculina tiene un factor complicado: los testículos.
Delicados pero resistentes, los testículos son una paradoja. Es una broma cruel de parte de la naturaleza que la parte más sensible de nuestros cuerpos cuelga entre nuestras piernas, expuesta a todo tipo de peligros y circunstancias. En las manos correctas pueden ser algo mágico y en las equivocadas puede ser una pesadilla.
Con la intención de conservar en buen estado los genitales de los hombres en el mundo, aquí te aconsejamos con qué no hacer con los testículos:
Pegarles
Ninguna clase de golpe, aunque sea ligero, es placentero para los hombres (con unas muy pocas excepciones…. muy pocas). Duele, duele mucho. También puede ocasionarnos nauseas. Sólo recuerda, nunca les hagas daño al menos de que te lo pidan.
Agarrarlos con fuerza
¿Cuando vas a preparar huevos acaso las sacas del cartón como si fueras un oso cazando salmón? No, los escoges y los sacas cuidadosamente para ponerlos sobre tu mesa sin romperlos antes de tiempo. Exactamente así es como deberías de tratar los testículos…. sin quebrarlos para freír y comértelos después, claro.
Jalarlos
De hecho, no hay ninguna parte de la anatomía sexual de un hombre que deberías andar jalando como si fuera una campana en una iglesia. Si tu intención es hacer que tu chico se te acerque más en la cama, hay muchos mejores lugares que puedes agarrar para ese propósito.
Apretarlos muy fuerte
No son de esas bolitas para el estrés. La única persona con permiso de apretar los testículos de un hombre en cualquier grado es su doctor. De lo contrario, si le haces eso a tu chico, lo más seguro es que se voltee para un lado y tosa o asimilará la posición fetal preguntando por qué.
Torcerlos
¿Conoces esas bolas japonesas que usas para girar en tus manos para aliviar estrés? Nunca, nunca, nunca le hagas eso a unos testículos.
Morderlos
Al menos no sin preguntar, pero dudo que conozcas a alguien que acceda. Tus dientes, según la evolución, existen en tu boca para destrozar carne y otros alimentos, así que no son lo más ideal para usar en esta zona en particular.
Succionarlos con demasiada fuerza
Aunque alguna vez te habrá parecido una buena idea o es la misma técnica que usas que siempre ha sido bien recibida en el pene…. pues lamento decirte que el pene y los testículos son muy distintos. Se vale hacer esto, pero mide tu fuerza, imagínate que estas tratando de tener una oblea en la boca y tu meta es mantenerlo intacto mientras esta en tu boca.
Rasurarlos
Una vez más, habrán hombres que te lo pedirán que incluso les gusta, pero nunca lo hagas si no te lo piden. Cuando nosotros hacemos esto, es una tarea que requiere muchísima concentración y un buen pulso, así que no te ofendas si no te dejan hacerlo tu misma.
Ignorarlos
Ya que establecimos que no se debe hacer con los testículos, ya puedes usar tu imaginación y hacer lo que se te ocurra con tal de que no salga en esta lista. Y recuerda, tampoco tienes que tener miedo, si algo haces mal, es probable que no se enoje mucho contigo tu chico porque fin y al cabo le estas tocando los testículos, ¿no?
Publicado por Othón Vélez O’Brien.