Un hombre que decidió salir de fiesta por su cuenta despertó una un recordatorio indeleble de un reto borracho.
Tras despertar después de un fin de semana de fuesta en Blackpool, Reino Unido, este hombre se vio en el espejo para descubrir que tenía unos lentes de marca «RAYBAN» rayados sobre la cara.
Originalmente, este señor cuyo nombre no es conocido, creyó que alguien lo había pintado con un plumón indeleble. «No tenía ningún recuerdo de hacerme le tatuaje porque salí a celebrar y sucedió mientras estaba borracho. Al despertar al día siguiente, creí que alguien me había pintado con un plumón.»
«Cuando llegué a casa, obviamente se me quedaron viendo, pero me terminé acostumbrando al tatuaje y quizá no me lo quite al final.»
Pero después de un día en el bar recibió mucha burla y cambió de parecer.
«Al siguiente día me puse a pensar que es lo que verdaderamente pensaban mis amigos y mi familia. No quería que les diera pena cuando salieran conmigo, así que decidí que me quitaría el tatuaje.»
Desde entonces ha pasado dos años borrando lo que la dueña de la clínica de láser decía que era el peor error que ha visto hecho con un tatuaje.
El tratamiento que constó de seis sesiones lo ha dejado con unas marcas turquesas no permanentes.
En su primera visita a la clínica dijo que no estaba completamente seguro si quería quitarse el tatuaje.
«Me habían contado historias de terror y tengo amigos que tienen unas cicatrices donde se quitaron tatuajes, si existía la posibilidad de que me dejara cicatriz, no había manera que me lo iba a quitar.»
Pero tras una prueba, decidió que se haría el tratamiento completo. Ahora ya no tiene el tatuaje y esta sorprendido por cómo no quedó ningún rastro.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.