Aquí hay otras cosas repugnantes que no sabías y quizá prefieras no saber que tienes en tu cuerpo.
Heces
No importa lo bien que te limpies, siempre tendrás pequeños residuos cerca de tu parte posterior. Este excremento eventualmente termina en tu ropa interior y si lavas tu ropa con agua fría, no se limpia de la misma manera que con agua caliente y terminan los heces en el resto de tu ropa. Así que será mejor que laves al menos tu ropa interior en agua caliente.
Células muertas de piel
Esto quizá no suene tan asqueroso. Lo que sucede es que la capa más superficial de la piel esta compuesta de muchas células de piel muerta. Miles de estas células se te caen cada minuto. No te hacen daño, pero la mayoría del polvo que encuentras en tu casa en realidad es tu piel y muchos bichos pequeñísimos en tu casa viven de eso.
Insectos que comen piel
Después de leer lo último, esto probablemente ya no te sorprenda, pero si tienes un problema en la piel como la eccema, podrías tener estos insectos en la piel alimentándose de todas esas células de piel muerta que no se te caen luego luego.
Hongos en las uñas de los pies
Como pequeñas cajas de petri, tu uñas recolectan a millones de microorganismos. Si tus uñas se ven amarillas, gruesas y/o quebradizas, tienes un hongo específico llamado Trichophyton, que causa pie de atleta. Con tratamientos recetados por tu doctor puedes curarte de esto.
Bacterias de ombligo
Si tus uñas de los pies son una caja de petri, tu ombligo es un laboratorio. Como la gente por lo general no se limpia el ombligo, puedes encontrar 2,000 diferentes y exóticas especies de bacteria. ¿Qué tan exóticas? Los investigadores tuvieron problemas identificando alrededor de 1,500 de las especies de bacterias que encontraron en el ombligo. En un caso, encontraron una bacteria que sólo se había encontrado anteriormente en la tierra en Japón, incluso cuando este hombre nunca había ido a Japón en su vida.
En otro caso, encontraron un tipo de bacteria en dos hombres que sólo se encuentran en el hielo polar y ductos termales.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.