Hay que admitirlo, el sexo es una cosa maravillosa, pero por desgracia no es algo que todas las personas puedan tener a su antojo, y hay veces en que los días, meses y años pueden pasar sin que llegue ese grato encuentro, lo que te obliga muchas veces a sustituirlo con cosas más fáciles de encontrar en la vida, como un buen vino o una película.
Si estás pasando por esa etapa de celibato ya sea intencional o no, aquí te dejamos 10 cosas con que estamos seguros te identificarás:
1. No lo extrañas tanto como podrías. No te engañes, entre más tiempo pasas sin tenerlo es más fácil ignorar, pero el deseo siempre seguirá presente.
2. O realmente lo extrañas, y mucho. De pronto en quien menos te fijarías comienza a parecerte que no está nada mal, y hasta piensas que podrías darle una oportunidad.
3. Ex-novios. Es seguro que se te ocurra recurrir a tu pasado, pero por tu bien mejor déjalo ahí.
4. Tienes más vello en tu cuerpo del que creías posible. Todos sabemos la verdad, la depilación llega cuando es el momento de estar desnudo o cuando vas a la playa.
5. Tu ropa interior es todo menos sexy. Comienzas a pensar en tu comodidad y no en cómo te verás.
6. La idea de que alguien ponga su legua dentro de tu boca te comienza a disgustar. Ahora eres algo como el Benjamin Button del sexo, las cosas que antes te eran perfectamente normales las veces desagradables o sin sentido.
7. Tus amigos siempre hacen comentarios al respecto. La bromas acerca de sequías no pueden faltar, o los comentarios de quien se sorprende al saber cómo es que has aguantado tu etapa de castidad.
8. Comienzas a ver porno. Tu mejor descubrimiento es una página gratuita que no le causa virus a tu computadora.
9. O ni siquiera necesitas porno. La etapa de la calentura está más que superada. ¿Sexo? ¿Qué es eso?
10. La comida toma un significado especial. ¿Quién necesita orgasmos si puedes tener un suculento y crujiente chocolate?
