¿Qué tipo de vacacionista eres según tus finanzas?
La Semana Santa está próxima y si formas parte de ese selecto (y afortunado) grupo de personas que pueden tomarse algunos días de descanso de sus labores diarias, prepara tus finanzas. Dime cuánto tienes planeado gastar en tus vacaciones y te diré que clase de persona eres…
1. Acapulco en la azotea
La situación de tu cartera no es muy buena que digamos y es comprensible. Ya sea que hayas invertido la mayor parte de tu dinero en los próximos conciertos o que las vacaciones te hayan atrapado desprevenido, no tienes efectivo suficiente para pagar un viaje exprés a la playa o a otra ciudad. No te queda más opción que improvisar. Hacer carnes asadas con tus amigos, cerveza y música en la azotea (o donde el ruido no moleste a otros) suena como tu plan para relajarte en estos días. Sabes que podrías recurrir a una tarjeta de crédito o a un préstamo inmediato, pero no confías en esos instrumentos del diablo con los cuales corres el riesgo de ser la carnada de los intereses.
2. El gorrón
Se sabe sin dinero y aun así se empeña en vacacionar. Su lema es “Donde duermen 2, duermen 3; y donde comen 2, comen 3”. Es el que se pega a tu cartera, perdón a tu persona, como chicle. Recurre a tu ayuda financiera para que de tu dinero, él también pueda disfrutar. No se trata de un préstamo, es sólo que él espera que tú le financies la diversión, sólo por el gusto de tener su compañía. Su comportamiento no se debe a que no tenga dinero o que esté en un apretado esquema de ahorro, simplemente es tacaño y sabe que puede conseguir cosas gratis, así que es lo busca hacer. ¿No te has preguntado por qué no tiene amistades de años?
3. El hippie
Es el que duerme en la playa o en un parque, para estar más cerca de la naturaleza y de paso no gastar más. Tal vez coma más frutas y verduras, porque son “más naturales” y también más baratas. Este personaje no cuenta con una tarjeta de crédito ni cuenta bancaria, debido a que cree que “los bancos se quedan con su dinero para así seguir fomentando el capitalismo voraz en el mundo”. Su buen corazón dirigido en hacer el bien, no podría tolerar esto.
4. El “equis, traigo la tarjeta”
El poderío económico de esta persona depende enteramente de su límite de crédito (y sí le ha pagado puntualmente a su tarjeta). No importa el precio del hospedaje o de la comida, para todo él siempre tiene la misma respuesta “equis, traigo la tarjeta”. Incluso en ocasiones en la que la cuenta sea demasiado alta y todos tengan dificultad en cubrir su consumo, él amablemente se ofrecerá a pasar su tarjeta. El comportamiento de este individuo no se debe a que sea millonario o a que su ingreso sea tan alto que puede darse estos lujos, sino que utiliza su tarjeta de crédito imprudentemente. Es cierto que muchos plásticos ofrecen puntos o recompensas por altos niveles de consumo, pero si no se liquida la deuda antes del corte del mes, entonces surgen los temidos intereses. Si solo se hace el pago mínimo mes con mes, la deuda sigue creciendo y el límite de crédito cada vez es más pequeño.
5. El “promociones”
Se apunta para cualquier tipo de plan viaje, tour, comida, etc., pero solo si encuentra una promoción que le ahorre un poco de dinero. De lo contrario, no lo hará e incluso investigará otras alternativas que sí ofrezcan descuento. Es una persona inteligente, que quiere hacer rendir su dinero lo más que pueda. ¿Por qué pagar el precio completo por una habitación en un hotel, si sabe que puede encontrar opción que le permita ahorrar?
6. El “oportunista”
Sabe muy bien qué hacer para recibir beneficios extras. Es la versión más inteligente (financieramente) del “Promociones”, pues sabe que cuando se trata de vuelos u hospedajes lo mejor es pagar con su tarjeta de crédito de millas, porque recibe puntos que puede canjear y ahorrar. Respecto a restaurantes, escogerá aquel que también le otorgue puntos en su tarjeta o alguno donde pueda utilizar los que ya tiene. El “oportunista” no es rico, pero sus buenas decisiones respecto a su dinero hacen parecer que sí lo es. Él conoce muy bien los mandamientos de la tarjeta de crédito, por lo que jamás lo verás pagando dinero de más en intereses. Aunque claro, de vez en cuando, se puede dar un pequeño lujo.
¿Conoces otro tipo de vacacionista? ¿Quién eres tú? ¡Cuéntanos, no seas tímido!