Según un nuevo descubrimiento, podría haber una nueva manera de reducir los desechos plásticos en lugar de reciclarlos: una bacteria que consume uno de los componentes más importantes de nuestras viejas botellas y ropa.

Según un estudio reciente, se descubrió una nueva bacteria llamada Ideonella skaiensis. Fue descubierta afuera de una planta de reciclaje de botellas y parece que ha evolucionado un par de enzimas que usa para descomponer el politereftalato de etileno, o PET, un polímero tan ampliamente utilizado para hacer plástico, se crean alrededor de 50 millones de toneladas de este material cada año.

Porque 311 millones de toneladas de plástico son producidos en el mundo cada año–y bien poco de eso se llega a reciclar–los científicos están siempre buscando nuevas maneras de descomponer el PET cuando termina inevitablemente en tiraderos y vertederos, pero es muy difícil de lograr.

Creerás que ya has oído esto, con noticias de microbios que comen plástico que ya están consiguiendo atención como salvadores del planeta, pero existen muchas diferencias importantes aquí. Primero, en reportes previos trataban de hongos difíciles de cultivar, donde en este caso el microbio es cultivado fácilmente. Los investigadores más o menos dejaron el PET en una jarra caliente con un cultivo bacteriológico y otros nutrientes y en unas semanas el plástico había desaparecido.

Los resultados impresionantes no significan que podemos empezar a tirar las botellas de plástico a vertederos como locos (más que ahora). Tomará tiempo y ago de trabajo para que esta bacteria esté lista para resolver nuestros problemas. Por ahora sí les cuesta trabajo descomponer las formas cristalizadas del PET que se utiliza en la mayoría de los plásticos duros.

Es difícil descomponer el PET altamente cristalizado, los resultados de las investigaciones apenas son el inicio de esta aplicación. Todavía hay varias cuestiones en las que se tiene que trabajar para distintas aplicaciones y esto toma un largo rato.

Luego hay otras cuestiones que considerar: si los plásticos son descompuestos utilizando procesos bacteriológicos, podrían liberar otras moléculas o componentes dañinos al ambiente que de lo contrario permanecerían encerrados dentro de los plásticos.

Pero incluso si no existe un uso directo para la Ideonella sakaiensis que encontramos en nuestro ambiente, el mecanismo de esta bacteria para consumir el PET podría ser utilizado para desarrollar otras bacterias que consuman plástico en un laboratorio.

La pura existencia de esta bacteria también es una excelente señal: el PET ha existido apenas desde hace 70 años en nuestro planeta, esto indica que al menos un organismo ha podido evolucionar para adquirir la capacidad de consumirlo. Es probable que otros microbios en el mundo puedan hacer lo mismo para el PET y otros tipos de plásticos y una de estas especies podría verdaderamente revolucionar la manera que reciclamos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.