Daniel Radcliffe debería ser la envidia de todos los actores. Es suertudo y talentoso y ha ganado muchísimo dinero como para hacer lo que él quiera, incluyendo interpretar un papel de un cadáver que se tira pedos.
Algunos dicen que fue la película más rara en el festival de Sundance, algunas personas se salieron, pero muchos se estaban riendo.
Es tan tonta y ridícula esta película que quizá resulte ser buena.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.