Pronto serán cosa del pasado las baterías de smartphones que se mueren después de demasiadas recargas.
Investigadores en la Universidad de California Irvine se han topado por accidente con una tecnología que podría resultar en baterías que pueden ser recargadas cientas de miles de veces sin perder capacidad. Este descubrimiento lo hicieron mientras investigaban cómo hacer menos frágil la tecnología de nano cables.
No intentaban prolongar la vida de estos electrodos, simplemente querían preparar una versión en estado sólido de ellos al sustituir un electrolito en gel por uno líquido.
Los científicos han tenido su ojo en la tecnología de nano-cables por su potencial para mejorar las baterías ya desde hace tiempo. Los cables son extremadamente delgados, más que un cabello humano, y son excelentes para contener cargas.
Sin embargo, el problema con estos nano-cables para el almacenamiento de energía es su estabilidad de ciclo. A pesar de todos los beneficios, los nano-cables frágiles se vuelven quebradizos después de exponerse a el proceso de recargamiento de las baterías.
Cuando se trata de la tecnología actual de baterías, la longevidad ha sido un gran problema. Un smartphone nuevo puede tener una carga todo el día con un poco más de sobra, pero después de 200 recargas, podría necesitar una nueva recarga antes de la noche. Después de 2,000 recargas, sería mejor no alejarte mucho de un enchufe de electricidad.
La batería típica del iPhone se encuentra en decadencia después de 300-400 recargas, después de eso puede cargar 80% de una carga completa.
Para hacer los nano-cables menos frágiles, los científicos cubrieron un nano-cable de oro con un caparazón que lo rodea con una delgada capa de gel como de plexiglas.
¿Pero por qué funciona? Pues, debido a que el descubrimiento fue por error, muchos detalles aún no quedan muy claros, pero el gel previene que el nano-cable se corroa mientras recibe la carga.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.