Sigalit Landau tiene una reverencia especial por el Mar Muerto. Desde su infancia en Jerusalén, miraba las orillas del agua salado y su familia iba los fines de semana. Su influencia ahora se filtra en su trabajo creativo, tanto como un medio y un material.
Su proyecto más reciente, una serie fotográfica titulada Salt Bride, representa una colaboración única y cautivadora con el misticismo inherente de la química del lago. Landau sumergió un vestido negro en el 2014 y volvió varias veces a lo largo de tres meses para capturar la progresión de la transformación conforme pequeños brillosos cristales comenzaron a invadir la tela negra. Para Landau, el vestido parecía nieve, azúcar, como el abrazo de la muerte.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.